Droga contenida en libros de Harry Potter, esa ha sido la genial idea de un par de traficantes estadounidenses para colar droga en unas cuantas cárceles del país. A la pareja de traficantes se le ocurrió que podían infundir droga entre hojas de papel, esto es, disolverla, empapar las páginas con la disolución y esperar a que se secara el disolvente. La droga quedaba impregnada en las páginas escritas de los libros de la famosa saga de J. K. Rowling, y así podía pasar desapercibida a ojos de los controles postales y carcelarios.
Según ha publicado Marijuana Moment los traficantes consiguieron que su fórmula surtiera efecto con heroína, éxtasis y fentanilo, para las cuales tuvieron que experimentar con distintos disolventes y disoluciones. Las drogas estuvieron viajando durante tres años a través del correo postal desde su sede en Plantation (Florida) hasta 50 prisiones federales distintas.
Según la investigación policial durante este periodo distribuyeron drogas a por lo menos 145 presos. Los libros de Harry Potter no fueron el único soporte utilizado en los envíos, los traficantes también colocaron droga en otros formatos de papel como libros para colorear, obituarios, panfletos, fotos y falsas cartas de abogados. Fue precisamente una carta de un falso abogado lo que despertó la sospecha.
Durante el control del correo las autoridades penitenciarias repararon en la carta del abogado, que por su aspecto o contenido les pareció sospechosa y decidieron mandarla a examinar. Un examen químico reveló que la carta contenía heroína.