El cannabis y la Biblia, algunas cuestiones sobre la controversia
La semana pasada publicamos un pequeño texto de Marryjane. Nos hacíamos eco de la investigación del etimólogo Sula Bennet que considera que la expresión hebrea “kaneh bosem”, que habitualmente se traduce como “cálamo aromático”, debería ser traducida como “cannabis”.
La semana pasada publicamos un pequeño texto de Marryjane. Nos hacíamos eco de la investigación del etimólogo Sula Bennet que considera que la expresión hebrea “kaneh bosem”, que habitualmente se traduce como “cálamo aromático”, debería ser traducida como “cannabis”.
De esta manera si leemos algunos de los pasajes de la Biblia cambiando cálamo aromático o cálamo por cannabis podríamos observar cómo en numerosos pasajes del Antiguo Testamento aparece la planta.
Si bien es cierto, hasta donde sabemos, que el cannabis era común en muchas zonas pobladas del planeta hace mas de 4000 años a veces se exagera un poco con la idea de que lleva más tiempo entre nosotros sirviendo a usos que no tiene que ver con la fabricación de cuerdas o ropas. Por no mencionar que muchas veces se dice que creció en lugares donde no vieron Cáñamo hasta mucho más adelante en el tiempo (la planta, no la revista Cáñamo, esa tan buena que sale todos los meses y donde mejor se desgrana la cultura cannabica. ¿Qué pasa? Tenemos derecho a hacernos autobombo, ¿no?).
Lo interesante del asunto es que no parece ser que el trabajo de Sula Benet sea el único que valida la idea de que “Kaneh bosem” significa “cáñamo” sino que es un lugar común en Google y la cultura cannabica. Es decir, la palabra, esté bien o mal traducida sirve para justificar la idea de que el ser humano lleva dándole al cannabis (en cualquiera de sus formas) desde que nos juntamos a montar civilizaciones allá por Oriente Medio. Pero, parémonos un segundo: ¿Y si esto no es así? ¿Y si kahen bosem significa otra cosa?
Volvamos a la afirmación de que kaneh bosem significa cannabis. Si esto fuese correcto la influencia del cáñamo se extendería no solo por todo el Antiguo Testamento (al menos toda la parte en la que se narra el ir y venir del pueblo judío) sino que podría llegar a afirmarse que Jesús usó aceite derivado del cannabis. El señor Bennet fue, precisamente, el que alentó esa idea. En un texto de The Guardian del 2003 se mencionó ya esta posibilidad: El incienso que Jesús quemaba se cocinaba con cannabis. Lo que Bennet sugería sin pudor es que la forma de tomar el cannabis como incienso era la manera popular de colocarse en esa parte de Judea del Año cero; una práctica arraigada en el judaísmo que ya venía desde el Antiguo Testamento. Del mismo modo el famoso aceite para las unciones que utilizaba Jesús era un derivado del cannabis.
Pero el problema va un poco más allá de si Jesús era un marimbero o si los judíos se colocaban con el cannabis. El problema fundamental que explicaría todo esto es ¿cuántas veces aparece la palabra “kaneh bosem” en la Biblia?
Según se menciona en esta genealogía, la expresión “kaneh bosem” en el Antiguo Testamento (la parte hebrea, para entendernos mal y rápido) únicamente se nombra en Exodo 30:23:
Toma también de las especias más finas: de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta; y de caña aromática (kaneh bosem), doscientos cincuenta; 24 de casia, quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un hin de aceite de oliva. 25 Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.
En ningún momento la palabra de Dios (esta parte se supone que es la mismísima voz de Dios que le habla a Moisés) menciona que el kaneh bosem tenga propiedades medicinales, argumento usado habitualmente por los defensores de la marihuana medicinal para sugerir que este uso de la planta siempre estuvo ahí. Dan a entender que fue en nuestro presente cuando quisimos olvidar que la marimba era la planta que arreglaba todo mal mientras que en el pasado era la dieta habitual del hombre común. Siguiendo esa lógica un tanto perversa en la que se afirma que el cannabis puede acabar con los ataques de tos, debemos concluir que si fumabas wea y tenías gripe española, morías sin un ataque de tos. Qué manera más silenciosa de irte, qué dejarse llevar. Bueno, pues algo nos dice que el uso medicinal del cannabis, aunque lleve con nosotros siglos, no se puede demostrar en ese momento de la historia. Sin embargo si se puede demostrar con el cálamo aromático.
Por otro lado, no vuelve a repetirse la combinación de kaneh y bosem en el resto de partes del Antiguo Testamento, pero sí Kaneh (o Qaneh) y Bosem por separado.
Kaneh tiene una traducción directa por “caña”. Se utiliza para cualquier planta cuya forma asemeja a un palo. La referencia más popular a Kaneh era asociarla con el Cálamo, que, curiosamente se utilizaba como planta medicinal en algunos ritos y tiene, como casi todo pharmakon, propiedades alucinógenas.
La raíz Bosem indica “que es dulce” o “que tiene un olor dulce”. Su procedencia es arábica, akadica o del Arameo (probablemente esta última sea el origen); se utilizaba para referir al Commiphora gileadensis, o árbol Balsámico arábigo. En otras palabras: designaba a algo que tiene propiedades que son agradables al olfato y que, generalmente, se asociaba con los perfumes.
En ningún momento la palabra de Dios (esta parte se supone que es la mismísima voz de Dios que le habla a Moisés) menciona que el kaneh bosem tenga propiedades medicinales, argumento usado habitualmente por los defensores de la marihuana medicinal para sugerir que este uso de la planta siempre estuvo ahí. Dan a entender que fue en nuestro presente cuando quisimos olvidar que la marimba era la planta que arreglaba todo mal mientras que en el pasado era la dieta habitual del hombre común. Siguiendo esa lógica un tanto perversa en la que se afirma que el cannabis puede acabar con los ataques de tos, debemos concluir que si fumabas wea y tenías gripe española, morías sin un ataque de tos. Qué manera más silenciosa de irte, qué dejarse llevar. Bueno, pues algo nos dice que el uso medicinal del cannabis, aunque lleve con nosotros siglos, no se puede demostrar en ese momento de la historia. Sin embargo si se puede demostrar con el cálamo aromático.
Por otro lado, no vuelve a repetirse la combinación de kaneh y bosem en el resto de partes del Antiguo Testamento, pero sí Kaneh (o Qaneh) y Bosem por separado.
Kaneh tiene una traducción directa por “caña”. Se utiliza para cualquier planta cuya forma asemeja a un palo. La referencia más popular a Kaneh era asociarla con el Cálamo, que, curiosamente se utilizaba como planta medicinal en algunos ritos y tiene, como casi todo pharmakon, propiedades alucinógenas.
La raíz Bosem indica “que es dulce” o “que tiene un olor dulce”. Su procedencia es arábica, akadica o del Arameo (probablemente esta última sea el origen); se utilizaba para referir al Commiphora gileadensis, o árbol Balsámico arábigo. En otras palabras: designaba a algo que tiene propiedades que son agradables al olfato y que, generalmente, se asociaba con los perfumes.
Te puede interesar...
¿Te ha gustado este artículo y quieres saber más?
Aquí te dejamos una cata selecta de nuestros mejores contenidos relacionados: