Un esperado estudio publicado hace dos días ha revelado la combinación de causas que llevaron a la muerte del famoso compositor alemán Ludwig van Beethoven. Tres factores contribuyeron al fallecimiento de Beethoven en 1827, cuando este contaba con 56 años: cirrosis, hepatitis B y consumo de alcohol. La investigación apunta que el músico tenía una fuerte predisposición genética a sufrir enfermedades del hígado, algo que, agravado por la infección de hepatitis B y su consumo crónico de alcohol, le condujo a la muerte.
“Su consumo de alcohol era muy regular, aunque es difícil estimar los volúmenes consumidos. Aunque la mayoría de sus contemporáneos afirman que su consumo era moderado para los estándares vieneses de principios del siglo XIX, no existe un acuerdo completo entre estas fuentes, y aun así es probable que ascendiera a cantidades de alcohol que hoy en día se sabe que son perjudiciales para el hígado. Si su consumo de alcohol fue suficientemente elevado durante un periodo de tiempo lo bastante largo, la interacción con sus factores de riesgo genéticos presenta una posible explicación de su cirrosis”, afirma el investigador Tristan Begg, de la Universidad de Cambridge, en declaraciones citadas por elDiario.es.
Por el momento no se ha podido conocer la relevancia que cada una de las causas mencionadas tuvo en la muerte del músico. “Teniendo en cuenta el historial médico conocido, es muy probable que se tratara de alguna combinación de estos tres factores –incluido su consumo de alcohol–, actuando de forma concertada. Futuras investigaciones tendrán que aclarar hasta qué punto estuvo implicado cada factor”, explicó Tristan Begg.
El estudio de las causas de la muerte de Beethoven se ha desarrollado a partir de la secuenciación del ADN de varios mechones de cabello que se conservan del músico. La investigación ha sido liderada por la Universidad de Cambridge, en colaboración con el Beethoven Center de la Universidad de San José (California), la American Beethoven Society, la Universidad Católica de Lovaina, FamilyTreeDNA, el Hospital Universitario de Bonn y la Universidad de Bonn, la Beethoven-Haus de Bonn y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. Las conclusiones fueron publicadas esta semana en la revista Current Biology.