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Si aumentan las incautaciones de drogas aumentan las sobredosis en EE UU, asegura un estudio

El estudio señala que las incautaciones de la policía podrían provocar que los consumidores pierdan su suministro de confianza y se expongan a mayores riesgos.

Un equipo de investigadores estadounidenses de distintas disciplinas acaban de publicar un estudio en el que evalúan cómo la presión policial sobre la venta de drogas ilegales se correlaciona con una mayor cantidad de sobredosis registradas. Es decir, cuantas más incautaciones de drogas se realizan en una zona determinada, más sobredosis se producen posteriormente en los alrededores. 

Los investigadores utilizaron los datos administrativos del condado de Marion, Indiana, recogidos entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021. Compararon la frecuencia y las características de las incautaciones de drogas estimulantes y opioides con los datos de las sobredosis mortales, las llamadas al servicio de urgencias por sobredosis no mortales y el número de administraciones de naloxona ocurridas después en la zona de las incautaciones. Y vieron que si aumentaba un indicador, aumentaba también el otro. 

“Probamos la hipótesis de que la estrategia policial para interrumpir los mercados locales de drogas con incautaciones rutinarias a traficantes está asociada con una mayor agrupación espaciotemporal de sobredosis fatales y no fatales”, dice el estudio. Los autores afirman que los métodos analíticos empleados “no pueden establecer la causalidad entre ambos fenómenos”, pero plantean la hipótesis de que las intervenciones policiales contra los traficantes pueden ser la causa del aumento de las sobredosis.

Su hipótesis se basa en que buena parte de las sobredosis tiene que ver con el desconocimiento de la potencia de la droga que consumen los usuarios. Es decir, cuando la pureza de la sustancia es superior a lo que el consumidor espera es muy fácil que este sufra una sobredosis accidental, algo que también pasa si la sustancia está adulterada con otra droga de mayor potencia y riesgo, como ocurre con adulteraciones como el fentanilo. 

Así, según señalan los autores, cuando la policía interviene las drogas a un traficante se provoca una interrupción el suministro de confianza de los consumidores de la zona, que se ven forzados a tener que buscar a un nuevo suministrador del que no conocen la potencia ni el contenido, aumentando así las probabilidades de sufrir una sobredosis. 

“Las incautaciones de drogas relacionadas con los opiáceos por parte de las fuerzas del orden se asociaron significativamente con una mayor agrupación espaciotemporal de sobredosis en los 7, 14 y 21 días siguientes, en radios de 100, 250 y 500 metros”, dice el estudio, en el que se concluye que las intervenciones en el lado de la oferta y las políticas de drogas actuales “deben explorarse más a fondo para determinar si exacerban una epidemia de sobredosis en curso y afectan negativamente la esperanza de vida de la nación”. 

Fuentes

https://ajph.aphapublications.org/doi/10.2105/AJPH.2023.307291

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