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El hijo de Pablo Escobar narra su infancia para desmontar el mito narco

Juan Pablo Escobar, hijo del narcotraficante colombiano, ha presentado en Barcelona la novela gráfica "Escobar, una educación criminal", una obra que reconstruye su infancia marcada por la violencia para advertir sobre los daños del prohibicionismo y criticar la glorificación audiovisual del narcotráfico.

Juan Pablo Escobar, arquitecto y escritor e hijo del narcotraficante colombiano más poderoso del siglo XX, presentó su obra "Escobar: una educación criminal".

Juan Pablo Escobar, arquitecto y escritor e hijo del narcotraficante colombiano más poderoso del siglo XX, presentó su obra "Escobar: una educación criminal".

Durante décadas, la figura de Pablo Escobar se ha filtrado en la cultura popular como una mezcla de villano brutal y antihéroe pop. Su hijo, Juan Pablo Escobar –hoy arquitecto y escritor, también conocido como Juan Sebastián Marroquín– ha cargado con ese legado desde su niñez. En "Escobar, una educación criminal", publicado por Norma Editorial, decide intervenir directamente en esa narrativa. El cómic se convierte así en una herramienta para la memoria y la prevención, no en un producto de entretenimiento.

El relato parte desde una mirada infantil, con sicarios que hacían de niñeros, mudanzas frecuentes y una rutina atravesada por la violencia. Juan Pablo ha explicado que su objetivo no era volver a poner a su padre en el centro del relato, sino enfocarse en las consecuencias humanas que tuvo la guerra del cartel de Medellín. Por eso, su padre aparece casi siempre fuera de campo, aunque su sombra impregna cada escena.

El autor eligió el formato de novela gráfica para llegar a generaciones formadas por narcoseries. La obra combina cartas de su padre, recuerdos privados y contradicciones dolorosas como la educación sobre las drogas que recibió de un padre traficante, los lujos que nunca le dieron orgullo y el miedo permanente que marcó su infancia.

En la presentación en Barcelona, Juan Pablo reiteró que el narcotráfico no es un asunto de seguridad, sino de salud pública. Ha pedido perdón a las víctimas del cartel de Medellín y se ha alineado con quienes promueven políticas de drogas basadas en reducción de daños y regulación. 

"Escobar, una educación criminal" busca cambiar el foco narrativo para pasar de la épica criminal a las vidas rotas. Que el hijo de Pablo Escobar se atreva a narrar desde la trinchera de la prevención otorga al cómic un valor testimonial que trasciende lo autobiográfico. Es un aporte a una cultura que se atreve a mirar de frente el daño causado por la guerra contra las drogas.

Al ofrecer una versión menos seductora del universo narco, Juan Pablo Escobar propone dejar de glorificar a los capos y empezar a escuchar a quienes sobrevivieron sus consecuencias. Su novela gráfica interpela al modelo prohibicionista que sigue alimentando la violencia.

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