A principios del mes pasado, un decreto del gobierno italiano liderado por Giorgia Meloni incluyó al CBD dentro de la lista de estupefacientes prohibidos en el país. Ahora, la última noticia es que las asociaciones comerciales Canapa Sativa Italia (CSI) y el Imprenditiori Canapa Italia (ICI) han presentado un recurso judicial contra la prohibición del cannabinoide mencionado ante un Tribunal Administrativo Regional. “El CBD es seguro y solo en los últimos años ha habido al menos veinte estudios que reiteran que este cannabinoide no es un narcótico y no tiene riesgo de abuso”, aseguró Mattia Cusani de CSI.
Las flores de cáñamo han estado envueltas en medio de una disputa legal en Italia desde 2022, cuando la Conferencia de Estados y Regiones (una plataforma de cooperación entre los gobiernos centrales y regionales) actualizó el texto de un decreto de 2018 para clasificar el cáñamo como una planta estrictamente medicinal. Cuatro asociaciones de cannabis presentaron una demanda y el decreto fue anulado un año después por el Tribunal Administrativo Regional de Lacio, que dictaminó que iba en contra de la legislación europea. CSI e ICI se encuentran entre los seis grupos italianos de cannabis que también han lanzado una petición destinada a revertir las políticas prohibicionistas sobre el cáñamo. Además, los miembros del Parlamento Europeo (MEP) del partido político italiano Movimiento 5 Estrellas (M5S) han pedido a la Comisión Europea que intervenga para resolver el conflicto.
Según las organizaciones comerciales de Italia destinadas a la producción de cáñamo, en caso de que se termine de aprobar la prohibición del CBD, se tendría un “efecto devastador” en las cadenas de suministro que fabrican y venden los productos a base de este cannabinoide en los sectores de los suplementos dietéticos, la medicina herbal y cosméticos.