El Tribunal Administrativo Regional del Lazio (TAR) ha desestimado recientemente un recurso contra la prohibición del Gobierno italiano sobre los productos orales de CBD, consolidando la controversia en torno al sector del cáñamo en el país. Esta resolución afecta de forma directa a una industria ya debilitada por restricciones previas e incertidumbre regulatoria.
Italia ha prohibido efectivamente todas las formulaciones orales de CBD derivadas del cannabis, restringiéndolas exclusivamente al uso médico bajo prescripción. La medida gubernamental se extiende también a extractos obtenidos de flores, hojas y tallos de cáñamo, ampliando así las limitaciones que antes solo afectaban al CBD extraído de flores.
El tribunal argumentó su decisión en base al principio de precaución, alegando que los posibles efectos adversos —como toxicidad hepática o trastornos psiquiátricos— justifican la intervención regulatoria. Además, el tribunal destacó la falta de consenso científico sobre la seguridad del CBD en su forma oral. Estas conclusiones se apoyan en evaluaciones previas del Ministerio de Salud.
La sentencia llega tras una serie de impugnaciones y suspensiones judiciales que habían paralizado temporalmente la aplicación del decreto. Con este fallo, el gobierno de Giorgia Meloni consolida una postura restrictiva que podría frenar de forma definitiva el crecimiento del sector del CBD.
Las asociaciones del sector han reaccionado con preocupación, advirtiendo sobre el impacto económico: podrían verse afectados hasta 30.000 empleos y más de 3.000 empresas. A pesar de las críticas y las disputas legales, el Gobierno mantiene su posición, y la incertidumbre persiste sobre el futuro de la industria del cáñamo en Italia.