En junio de 2023, la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) comunicó que detectó CBD en los frutos y flores de Trema micrantha (también registrada como Trema micranthum), sin asociación con THC. La noticia circuló en medios locales y agencias oficiales, subrayando el potencial de una materia prima nativa que presuntamente evitaría las barreras legales vinculadas al THC.
La discusión cambió de tono en 2024, cuando apareció evidencia científica contradictoria. Un artículo en Scientific Reports (Nature Portfolio) identificó, mediante UHPLC-HRMS/MS, la presencia de CBD, CBDA, THC y THCA en hojas, inflorescencias y frutos de Trema micranthum, aunque en concentraciones extremadamente bajas. Los autores reportan que no sería una planta “libre de THC”, sino una especie con trazas ínfimas de varios fitocanabinoides.
En paralelo, otro trabajo de 2024, puso en duda la presencia misma de cannabinoides en Trema micranthum. Tras aplicar ensayos colorimétricos, TLC y técnicas cromatográficas, el equipo no corroboró CBD ni otros cannabinoides, y atribuyó posibles “falsos positivos” a flavonoides como la vitexina. La conclusión fue más prudente destacando que cualquier afirmación sobre cannabinoides en el arbusto debe sostenerse con métodos más selectivos y replicables.
Más allá de la controversia analítica, el debate práctico es la escalabilidad. Las concentraciones reportadas para Trema son órdenes de magnitud inferiores a las del cannabis y con ese rendimiento, el atractivo regulatorio de una “fuente no cannábica” choca con la economía real de extracción y con la necesidad de identificar rutas biosintéticas estables si se piensa en biotecnología.
El contexto regulatorio brasileño añade otra capa. La agencia sanitaria (Anvisa) permite productos a base de CBD con límites muy bajos de THC y la presencia de este compuesto suele ser el nudo regulatorio. Si este arbusto confirmara un perfil con CBD dominante y THC indetectable a escala industrial, podría abrir un atajo normativo.
Pero hoy la evidencia es mixta y una parte de la bibliografía detecta trazas de THC y otra no encuentra cannabinoides. En cualquier caso el hallazgo reaviva una pregunta ¿el verdadero obstáculo para el acceso a CBD es botánico o regulatorio? porque si el Trema micrantha confirma su potencial, la discusión - lo más probable- es que volverá a poner en primer plano que el problema no es que existan fuentes, sino que persista la prohibición.