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El amor a maría en tiempos de pandemia

Estudios científicos diversos demuestran que sustancias de la marihuana como el CBD y THC son seguras y benéficas para animales mamíferos. Tal vez la más importante es su capacidad para desinflamar, lo que implica un alivio para muchas enfermedades, y quizás también para la temida COVID.

¿Será que el cannabis sale otra vez al rescate? Afortunadamente, gracias a estudios científicos diversos, sabemos que sustancias de la marihuana como el CBD y THC son seguras y benéficas para los mamíferos. Algunas de sus propiedades son útiles para tratar ciertos padecimientos. Tal vez la más importante en este tema es su capacidad para desinflamar, lo que implica un alivio para muchas enfermedades, y quizás también para la temida COVID. El CBD puede actuar como un vasorrelajante que tiene la habilidad de reducir el dolor y la ansiedad. Sabemos que no coloca, más bien equilibra nuestros sistemas, lo que significa que su efecto es balancear.

Por otra parte, el otro componente principal del cannabis, y el que nos gusta más por sus propiedades psicoactivas, el THC, también resulta prometedor para tratar los síntomas de la COVID. Investigadores de la Universidad de Carolina del Sur, en resultados preliminares de su estudio publicado en la revista Frontiers in Pharmacology, han descubierto que el THC podría ayudar a prevenir una respuesta inmune dañina que causa el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), una de las complicaciones más comunes para los pacientes graves de la COVID-19. El SDRA es una lesión severa en los pulmones que resulta en una significante tasa de mortalidad, especialmente en los viejos, y una de las principales causas de muerte relacionadas con la COVID-19. “El mecanismo subyacente es que tu sistema inmune pierde los estribos y comienza a destruir a los pulmones y todos los órganos”, explicó Prakash Nagarkatti, el coautor del estudio, en una entrevista a The State. Tanto el CBD como el THC podrían causar un aumento significativo de bacterias pulmonares sanas.

Tres equipos separados de investigadores médicos realizaron decenas de experimentos en ratones para comprobar si el THC podía bloquear la respuesta inmune que conduce al desarrollo del SDRA mediante la introducción de una toxina en los ratones que desencadena la respuesta. El cien por cien de los ratones que recibieron THC después de la toxina sobrevivieron, mientras que los que no recibieron la sustancia química murieron.

Aun así, los investigadores advirtieron que su trabajo aún está lejos de ser concluyente y enfatizaron que no están alentando a las personas a usar marihuana como tratamiento preventivo de la enfermedad.

En Canadá se han tomado muy en serio estas investigaciones de sus colegas. La compañía Tetra Bio-Pharma, con sede en Ottawa, ya ha recibido aprobación en ambos países para probar una droga sintética basada en los cannabinoides llamada ARDS-003. Sin embargo, no contiene THC. “Tenemos una extensiva evidencia preclínica que el ingrediente farmacéutico activo ARDS-003 tiene un efecto profundo en inhibir los factores que llevan a una activación excesiva del sistema inmunológico”, refiere el Dr. Guy Chamberland, el jefe supremo de Tetra Bio-Pharma. Yo me pregunto: ¿por qué no usar el remedio natural y hasta qué punto podemos confiar en la industria farmacéutica, cuyo objetivo final es producir beneficios y no el bienestar de la población? Mientras son peras o manzanas, la fase I de pruebas clínicas del ARDS-003 empezará en diciembre y consistirá en un estudio en humanos al azar con placebos y droga. En esta primera fase se empezará con adultos sanos para ver qué tal absorben y metabolizan la sustancia y comprobar si es tolerable y segura. La segunda fase no sería hasta el 2021, ya con los enfermos de la COVID.

Los análisis del Covidio han arrojado interés en el síndrome de la tormenta de citosinas o citoquinas (STC), un padecimiento donde una gran cantidad de esta proteína es sobreproducida en el cuerpo, atacando los pulmones y sobresaturando el sistema inmunológico, lo que provoca una hiperinflamación. Las primeras investigaciones muestran que el CBD y el THC ayudan a mitigar estos efectos en cuerpos donde esta condición se ha vuelto patógena. Como vimos, el CBD ayuda a la desinflamación y el THC suprime esta sobreproducción a través de su habilidad de pegarse a los receptores CB2 en nuestras células del sistema inmunológico.

Otro beneficio del cannabis natural tanto de las plantas como de los extractos es que se ha demostrado que regula la coagulación en animales, lo cual es benéfico, ya que uno de los efectos adversos de la COVID es que altera la coagulación; es muy probable que el cannabis ayude a regular esta deficiencia en los enfermos.

Volviendo al CBD, a pesar de que no existen demasiados estudios verificando su papel contra la COVID, sabemos que funciona para contrarrestar síntomas parecidos y se estudia la posibilidad de incorporarlo en soluciones orales como enjuagues bucales con el fin de modular los niveles de ACE2 (la enzima de angiotensina 2), que es el receptor que permite la entrada de coronavirus en las células, cuyos niveles cambian durante la progresión de la COVID-19.

De momento, todas estas prometedoras investigaciones han sido realizadas con animales y falta ver cómo funcionan en ensayos clínicos con humanos. Ya sabemos que solo una pequeña parte de lo que ocurre con animales se puede replicar con éxito en los humanos, así que por ahora debemos ser cautos.

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