Algunas variedades de cannabis podrían funcionar para reducir el síndrome de dificultad respiratoria aguda, una insuficiencia pulmonar repentina y grave que ocurre en algunos pacientes con covid-19. Un estudio preliminar realizado con piel humana artificial en laboratorio ha probado siete variedades diferentes de extractos de cannabis y tres de ellos redujeron la inducción de citocinas relacionadas con la inflamación y la fibrosis pulmonar, mientras que una de las variedades empeoró los síntomas.
Las tres variedades que desencadenaron un efecto positivo sobre el tejido pulmonar artificial actuaron disminuyendo la acción de las citocinas responsables de desencadenar la respuesta inflamatoria pulmonar y de producir la fibrosis. La “pronunciada inhibición observada de [las citocinas] TNFα e IL-6 es el hallazgo más importante, porque estas moléculas se consideran actualmente los principales objetivos en la patogenia de la tormenta de citocinas covid-19 y el síndrome de dificultad respiratoria aguda”.
Los resultados obtenidos sobre el tejido artificial han sido prometedores en tres de los casos, pero hace falta más investigación para conocer si podría funcionar y qué tipo de extractos de cannabis podrían funcionar. El hecho de que uno de los siete extractos de cannabis tuviera un efecto contraproducente sobre la inflamación advirtió a los investigadores que dependiendo de la variedad utilizada se podrían desencadenar efectos positivos o negativos.
“Este es un hallazgo muy importante que muestra que el cannabis no es genérico. De hecho, las variedades tienen perfiles únicos de cannabinoides y terpenos que pueden potenciarse entre sí y, por tanto, los extractos de diferentes variedades pueden tener diferentes propiedades medicinales, aunque las proporciones de los principales cannabinoides (THC y CBD) sean similares. Por lo tanto, cada variedad de C. sativa debe evaluarse minuciosamente por sus propiedades medicinales”, dice el estudio.
Los autores reconocen que los resultados del estudio son limitados, entre otras cosas por haber utilizado un modelo de piel artificial que no se ajusta del todo al de los pulmones, y por haber generado la inflamación del tejido con rayos ultravioletas en lugar de con el virus SARS-CoV2. “Sería importante replicar los datos en modelos de tejido epitelial y alveolar de las vías respiratorias, y usar el virus SARS-CoV2 o sus componentes para inducir inflamación”, dicen las conclusiones del estudio. “Además, el estudio se desarrolló para analizar los efectos de las aplicaciones de cannabis medicinal y no del cannabis fumado”, dice el artículo publicado en la revista de biomedicina Aging, y realizado por investigadores canadienses.