EE.UU, país de contradicciones: pese a que el cáñamo es (casi) legal en todo el país desde principios de año las bebidas infundidas con CBD no lo serán.
Según una reciente declaración de la Alcohol and Tobacco Tax Trade Bureau (TTB) ellos “no aprueban ninguna fórmula de bebida alcohólica que contenga ingredientes que tenga sustancias controladas [bajo el Acta de sustancias controladas]”. En esa misma declaración se asegura que da igual qué componente del cannabis se use para infundir las bebidas, sea psicoactivo o no.
El lío de agencias y dependencias de cada agencia en los EE.UU resulta bastante farragoso. La TTB responde ante la FDA (Food and Drug administration) y esta agencia aún mantiene al cannabis (THC o CBD, es indiferente para ellos) en una clasificación equiparable a la de la heroína.
De hecho la FDA le ha cogido tirria al CBD por algún motivo y está mandando órdenes a las compañías de bebidas alcohólicas para que dejen de producir bebidas infundidas con ese cannabinoide. La FDA les acusa sin pruebas suficientes de que estas empresas están incitando al consumo de drogas.
Por el momento las bebidas con THC van a seguir llegando al mercado. En cuanto a las de CBD su futuro no está claro. Lo más probable es que se sigan vendiendo en los estados legales y dejen de llegar a las estanterías de los que aún mantienen la marihuana en el territorio de lo ilegal. En cuanto a las empresas, se desconoce si podrán eludir la orden de cese de producción de la FDA.