Henry Rollins quiere marihuana legal en EE.UU.
El ex-Black Flag sigue al pie del cañón defendiendo que se legalice la marihuana contra lo que llama “el timo de la prohibición”, incluso aunque lleve años sin fumar.
Henry Rollins, cantante de Black Flag, activista, guionista y no se sabe cuántas cosas más, sigue siendo una persona que dejó de fumar hace tiempo pero que se mantiene subido a la lucha por la legalización.
Rollins acaba de pasar por la Internacional Cannabis Bussines Conference en Oregón (EE.UU.). En su momento, Alex Rogers, organizador del evento justificó la presencia de Rollins con estas palabras: “Henry Rollins es una persona reconocida por incontables y variados grupos de artistas, estudiosos y animales políticos de diferente pelaje. Henry ha seguido en la brecha de la concienciación social durante las pasadas décadas. Es un pensador libre que ha estado por delante de su tiempo en muchos de los actuales problemas sociales”.
Durante las charlas afirmó que “la ilegalidad de la marihuana está basada en la ignorancia, los prejuicios, el racismo y la financiación del complejo sistema penitenciario. Estamos cambiando décadas de prejuicios, racismo y desinformación… Vosotros sois defensores de los derechos civiles".
El ex-Black Flag sigue al pie del cañón defendiendo que se legalice la marihuana contra lo que llama “el timo de la prohibición”, incluso aunque lleve años sin fumar.
“La marihuana manda a marrones y negros y gente pobre a la cárcel, y cuando esta gente va a la cárcel, alguien está haciendo un montón de dinero desde las manijas de los lavabos hasta cada comida que se cocina”, dijo Rollins a la revista Rolling Stone antes de las charlas.
Para dar ejemplo él es de los pocos famosos que defienden abiertamente la marihuana en EE.UU. que no ha decidido montar un negocio relacionado con la producción o venta, ni ha cedido su nombre para este tipo de productos. Sin embargo, aunque no quiera hacer beneficio del asunto, cobra los bolos que hace en este tipo de encuentros burguesitos donde se habla sobre el futuro empresarial de la marihuana. En fin, que el mundo está lleno de contradicciones y paradojas insostenibles.