La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos solicitó este martes a las autoridades de Singapur que paralicen el proceso de ejecución de dos hombres condenados a pena de muerte por tráfico de drogas. La fecha prevista para la ejecución era ayer miércoles y fue fijada con tan solo una semana de antelación después de que ambos condenados llevaran más de 12 años encarcelados por el delito.
Según ha publicado la agencia Europa Press, la portavoz de la oficina de la ONU, Ravina Shamdasani, explicó este martes que al menos uno de os dos hombres condenados tiene una discapacidad intelectual y que, en cualquier caso, la pena de muerte es incompatible con los delitos de drogas y no debería aplicarse en estos casos. “La pena de muerte únicamente puede imponerse para crímenes más graves, que se interpretan como crímenes de extrema gravedad, incluyendo el asesinato”, dijo la portavoz de la oficina en declaraciones citadas por Europa Press.
El singapurense Roslan Bakar, de 51 años, y el malasio Pausi Jefridin, de 37, fueron condenados a muerte en 2010 por traficar con una cantidad de 96,07 g de heroína en junio de 2008, según recoge el diario Straits Times. Los abogados de ambos acusados recurrieron esta semana la sentencia frente al Tribunal de Apelación de Singapur, que este martes escuchó y desestimó la solicitud de revisión de la sentencia de muerte. Unas horas más tarde, en la noche del martes, se presentó una nueva solicitud de revisión judicial con carácter urgente para evitar que los dos fueran ahorcados el miércoles. El recurso fue de nuevo desestimado pero se les ha otorgado una suspensión temporal de la ejecución hasta que se escuche su apelación.