Según la policía que vigila la frontera entre Texas y México, los agentes han apresaron unos 400 kilos en menos de 5 horas en 4 intervenciones diferentes.
El lunes pasado los agentes obtuvieron 228 kilos en una intervención en la ciudad de Río Grande por un valor de 128.000 dólares. Poco después, agentes en La Joya fueron testigos de cómo tres personas cargaban con grandes fardos que estaban repletos de cannabis. En total 45 kilos que hubiesen supuesto en el mercado unos 93.000 dólares.
En Fronton la policía encontró cinco fardos de marihuana, también observaron cómo un grupo de personas corrían en dirección a la frontera hacia México. El total del decomiso fue de 153 kilos por valor de 270.000 dólares.
La última intervención sucedió de nuevo en la ciudad de Río Grande. La policía siguió a unos sospechosos hasta un complejo de edificios. En la redada consiguieron apresar 97 kilos valorados en 172.000 dólares. De nuevo, los contrabandistas huyeron hasta México.
Además de servir esto como un repaso de lo que la policía de frontera con México está haciendo (¡hurra!…en fin) esto nos recuerda que, por mucho que los EE.UU estén en la onda de legalizar y pisar el freno con los asuntos relacionados con el cannabis, la guerra sigue en pie. Por una parte, esto es un excelente reclamo para los partidarios de políticas más duras contra los mexicanos: los estigmatiza como narcotraficantes y prepara la opinión pública para su condena. Trump estará encantado. Por otra parte, el narcotráfico tampoco pierde pie. Mientras en México se acerca una posible legalización que, seguro, hará daño a algunos de los cárteles, estos continúan con su negocio pase lo que pase.