Un descubrimiento arqueológico sugiere que los vikingos que llegaron hasta las costas de lo que ahora es Canadá pudieron llevar marihuana con ellos.
Restos de polen de cannabis encontrados en un asentamiento vikingo en Canadá podría significar que los vikingos trasportaron cáñamo en sus viajes durante los años 1.000 y 1.200 después de Cristo. De ser correcto cambiaría algunas de las cosas que sabemos sobre cómo llegó el cáñamo a los EE.UU.
Se cree con bastante certeza que L'Anse aux Meadows en Newfoundland fue ocupado durante un tiempo por la culturas del norte de Europa y es bastante probable que se quedaran allí en esa zona durante unos 200 años. Unos “ecohechos” descubiertos en una ciénaga cercana parecen certificar la presencia de los vikingos durante todos esos años en la actual Canadá.
En este lugar los arqueólogos encontraron evidencias de un par de escarabajos que no son autóctonos de América así como polen de plantas que tampoco fueron nativas del continente, como las del nogal o las del cannabis. Se insiste en que el polen es de cannabis porque se desconoce el uso que le dieron a estas plantas.
Según los investigadores responsables del estudio, esto deja más preguntas que respuestas. ¿Llevaron el cannabis hasta el continente para plantar cáñamo? ¿lo fumaban o consumían de alguna manera en sus rituales? ¿Se usaba solo para fabricar utensilios?
Uno de los autores principales también advierte de que el estudio no demuestra que los vikingos llevasen la planta a América manera rotunda, pues el polen pudo haber viajado hasta la ciénaga desde algún otro asentamiento indígena de personas que viviesen en Newfoundland que pueden haber plantado cáñamo. Sea como sea es otra evidencia de cómo el cannabis fue esparciéndose por el mundo desde sus conocidos orígenes en Asia.