El huracán Florence se encargó de agitar las palmeras en la costa este de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, y además arrastró a las playas de Florida un valioso cargamento: fardos que contenían paquetes de marihuana de hasta cinco kilos.
El origen de los fardos no está claro: una lancha planeadora, un cargamento marítimo o algún avión en apuros que perdió parte de su mercancía por los avatares de la tormenta.
La reacción que produjo el avistamiento se plasma bien en la llamada de una mujer a la policía local del condado de Volusia: “Estamos en Jungle Hut y un enorme paquete de drogas o algo así acaba de llegar a la playa. ¿A la gente le gusta pelear por eso?”. La buena mujer se refería al grupo de siete u ocho personas que se arracimaba en torno a los fardos de hierba. “Hay como siete u ocho personas aquí”, narró la mujer anónima, “y todos están como acurrucados contra eso. Mi padre está tratando de coger todo lo que pueda para entregárselo a ustedes”.
Cuando los agentes del condado se personaron en el lugar, un hombre guardaba en su vehículo uno de los paquetes, para “entregarlo a la policía cuando llegara”. El hombre, Robert Kelley, de 61 años, fue arrestado y acusado de posesión de marihuana por una cantidad mayor de 20 gramos. El paquete pesaba casi cinco kilos.
Durante los dos días siguientes los agentes del condado recuperaron más de 50 kilogramos de marihuana, aparte de los que fueron despistados por los bañistas más rápidos. Como el caso de una mujer ataviada con bikini amarillo que fue fotografiada agenciándose al menos un paquete en Jungle Hut, y no se quedó a esperar a la policía. El sheriff de la ciudad de Flagler distribuyó una foto de ella, pero sigue en libertad.