Hace unas semanas los bañistas de la playa de Neptune Beach, un municipio ubicado en el noroeste del estado de Florida, vieron la orilla de la playa cubierta de una extraña alga verde en forma de pequeñas bolitas. Uno de los bañistas, preocupado por la aparición de tan extraña alga, llamó a la policía y les dijo que acudieran al lugar para comprobar si aquello podía suponer un riesgo para los bañistas. Al llegar al lugar, los policías descubrieron que aquello no eran algas, sino cogollos de marihuana mojados.
Según The Guardian, poco después el departamento de policía comunicó a través de su cuenta de facebook que los agentes habían “respondido a una gran cantidad de marihuana que llegó a la costa”. El departamento dijo que lo más probable es que un paquete de marihuana de algún traficante que la transportaba por vía marítima cayera en el agua y se abriera antes de llegar a tierra.
Desde el departamento aprovecharon para publicar una advertencia a las personas que se vieran tentadas a recoger la marihuana para llevársela a casa: “Antes de que alguien empiece a pensar en salir y convertir este descubrimiento en su propia búsqueda del tesoro, le recomendamos que no lo haga. Después de flotar en el océano durante algún tiempo, la marihuana rápidamente comenzó a degradarse y pudrirse”.
Las aguas que rodean el estado de Florida son una zona de paso común para traficantes de drogas que las transportan por mar. Hace un mes un grupo de investigadores marinos que estaban estudiando el comportamiento violento de varios tiburones de la zona declaró que barajaban la hipótesis de que los tiburones hubiesen consumido cocaína tirada al mar por traficantes.