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Porro y películas: comienza la 4ª edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

Porro y películas: comienza la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

El evento presentará 25 producciones de trece países diferentes. Será gratuito y también se podrá acceder mediante una plataforma de streaming.

Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

Hoy comienza en Buenos Aires, Argentina, la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico (FICC). En el evento no solo se emitirán 25 producciones audiovisuales de trece países diferentes, sino que también habrá exposiciones artísticas y shows musicales. El evento sucederá en el Centro Cultural Caras y Caretas hasta el próximo 24 de febrero y las entradas son gratuitas. “Esta es una de nuestras políticas. Creemos que la cultura es un derecho y hay que defenderlo con propuestas accesibles”, afirma Malena Bystrowicz, directora y coordinadora de programación. 

Desde su primera edición de 2019 en Montevideo, Uruguay, el FICC se encuentra en constante crecimiento y ya forma parte de la agenda cultural latinoamericana. En esta edición habrá películas de ficción, cortometrajes y documentales que fueron filmados en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Canadá, Austria, Eslovenia, España e Irán, entre otros. Pero todos tienen un personaje transversal: la planta de cannabis. Además, el festival tendrá otras propuestas artísticas. La apertura se realizará con un concierto de Paula Maffia, habrá una muestra fotográfica de Joaco Follador y se realizará un conversatorio sobre Feminismos y Cannabis.

En diálogo con Cáñamo, el codirector y coordinador general del festival, Alejo Araujo, cuenta que el evento “es una propuesta de diálogo con la sociedad, más allá de la comunidad cannábica, desde la cultura. El aporte más importante es dar más herramientas para comunicar. Creo que la cultura, como expresión artística, está muy vinculado al cannabis. Y el FICC ha venido a ocupar un lugar que sale de lo comercial”, asegura. 

La inauguración de esta nueva edición del FICC sucede en un contexto particular en Argentina. Semanas atrás, el Gobierno del presidente Javier Milei intentó recortar drásticamente los recursos económicos a las producciones audiovisuales mediante cambios de leyes que están vigentes desde los años ’90 y que permitieron el rodaje de las películas más icónicas del país. Incluso, el propio mandatario ha atacado a varios artistas que se manifestaron a favor de la cultura, como la cantante Lali Espósito. Y los organizadores del festival no están ajenos a esta situación.

“Esta edición del FICC está muy atravesada por el contexto. Por momentos sentimos estar en una de esas pesadillas recurrentes, es una película que ya vimos y que tiene un final de espanto. Decidimos volver a nuestro motor inicial, recuperar nuestros saberes, luchar por los derechos de todes, alzar la voz a contrapelo de lo hegemónico, generar espacios de encuentro, construir comunidad, abrazar a las organizaciones y colectivos sociales, respirar cultura, memoria, identidad”, dicen los organizadores Araujo y Bystrowicz en el comunicado oficial del festival.

Porro y películas: comienza la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

Los organizadores Malena Bystrowicz y Alejo Araujo (centro) en la apertura del FICC 2023. Foto: Vero Mastrosimone

A pesar de la delicada situación económica que vive Argentina –con más de un 220% de inflación interanual-, las actividades del FICC seguirán siendo gratuitas. Incluso, una vez finalizado, las producciones cinematográficas estarán disponibles en la plataforma de streaming OctubreTV hasta el 10 de marzo. Cáñamo ha seleccionado algunas películas y documentales para quienes no puedan asistir al festival, lo disfruten en el sofá y con un buen porro de compañía.

Norma

Porro y películas: comienza la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

La reconocida actriz argentina Mercedes Morán interpreta a Norma: una mujer que descubre el cannabis en un camino de autoconocimiento.

Norma, dirigida por Santiago Giralt, es una película que cuenta la historia una mujer adulta que vive en una pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires cumpliendo con los mandatos sociales establecidos. Ahogada en la monotonía de su vida cotidiana, se embarca en un viaje de autodescubrimiento que rompe con todas las reglas establecidas y construye una red de vínculos con mujeres. La protagonista es Mercedes Morán, una de las actrices más reconocidas de Argentina. 

Norma es una colaboración entre Mercedes Morán y yo, que empezó hace varios años”, le cuenta Giralt a Cáñamo. El director explica que la idea del proyecto nació después que se conocieran a través de un amigo en común y que la actriz se había sentido interesada por el humor de él en su novela y primera película, La mala memoria y ¡Upa! Una película argentina, respectivamente. “Le di un material, una novela que nunca publiqué, y Mercedes me dijo ‘acá hay una película’. Empezamos a darle forma a algo que es un monstruo de dos cabezas: si bien ella tiene su propia experiencia con el cannabis, también lo traigo como algo de mi generación que me había acompañado en un proceso de encontrarme a mí mismo, auto expansión y encuentro personal que fue muy importante y lo sigue siendo en mi vida. El personaje de Norma tiene ese aspecto de mi experiencia”, dice Giralt.

Desde que empezaron a trabajar la película tuvieron que pasar diez años para comenzar la preproducción. “Al principio generaba mucha resistencia entre los productores. Temas como el feminismo, el empoderamiento de la mujer y el cannabis no estaban tan presentes como hoy. Tuvimos que esperar a que los tiempos se acomodaran con las ideas de la película para que aparecieran los productores: Natalia Videla Peña, Alejandro Israel y Federico Carol”, recuerda Giralt. Norma tuvo su estreno en salas comerciales a fines del año pasado, pero también está disponible en Netflix. Ahora se presentará de forma gratis en el FICC.

Blondi

Porro y películas: comienza la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

Blondi de Dolores Fonzi.

Blondi es la primera película como directora de Dolores Fonzi, otra de las actrices más reconocidas de Argentina y una de las primeras figuras de la cultura que se manifestó a favor de la regulación del cannabis. Este largometraje, que cuenta con un reconocido elenco formado por la propia Fonzi, Carla Peterson, Rita Cortese y Leonardo Sbaraglia, entre otros, estuvo presente en los festivales de Munich y San Sebastián. La historia se centra en Blondi y Mirko, dos grandes amigos que les encanta vivir juntos: escuchan la misma música, miran las mismas películas, fuman marihuana y asisten a conciertos juntos. Aunque parezcan de la misma edad, Blondi es la madre de Mirko.

“Sería fácil categorizar a Blondi como una irresponsable que prefiere salir de noche y fumar marihuana, lo contrario de lo que la mayoría de nosotros consideraría un comportamiento ‘adulto’. Aunque algo de eso hay, Blondi es una gran madre. Las generaciones anteriores la habrían relegado a un papel femenino tradicional, pero para mí abre un nuevo paradigma. Una adulta infantil, pero nunca imprudente; una adolescente de corazón, que lo daría todo por su hijo y su familia”, cuenta Fonzi, quien ganó el premio a Mejor Directora Argentina en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine independiente (BAFICI).

El amor en tiempos del fentanilo

Porro y películas: comienza la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

El amor en tiempos del fentanilo retrata el trabajo social de las personas que asisten a los adictos en Canadá.

En el género documental una de las propuestas más interesantes es El amor en tiempos del fentanilo, dirigido por Colin Askey. Se trata de una producción realizada en Canadá y Estados Unidos que narra la historia de un grupo de personas que trabajan todos los días para salvar las vidas de los adictos a esta sustancia mortal. La historia transcurre en el centro de la Sociedad de Prevención de Sobredosis en Vancouver, Canadá, donde se intenta dar una esperanza a una población profundamente marginada. El amor en tiempos del fentanilo no trata sobre un estigma hacia el consumo de drogas, sino a la compasión de quienes están en la primera línea de una crisis sanitaria en constante aumento.

Armisticio

Porro y películas: comienza la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires

Armisticio es una serie documental que cuenta cómo los históricos activistas del cannabis son desplazados de la industria legal.

Otra sugerencia documental es Armisticio. Esta producción en proceso presentará por primera vez ante el público el capítulo piloto de lo que será una serie internacional. Es un recorrido que comienza en España, Países Bajos y Estados Unidos que, aunque sean pioneros en diferentes tipos de acceso al cannabis, en estos países la industria está tomada por grandes compañías y el activismo no solo es relegado, sino que continúa siendo criminalizado. En una segunda etapa se narrarán las historias de las comunidades más perseguidas por la Guerra contra las Drogas en México, Colombia y Paraguay. Pero el camino comienza en Argentina con el primer episodio. Aquí se cuenta la historia de Adriana Funaro y Martiniano Stanisio, dos activistas históricos que con diferentes matices cultivaron cannabis en la más oscura clandestinidad y hoy luchan por su lugar la industria del cannabis legal.

“Nos encontramos con casos que merecen ser retratados en toda su grandeza y humanidad; es una responsabilidad que lleva el proyecto contar esta parte de la historia. Es una oportunidad única relatar un momento donde todo está por cambiar”, dice el director y coguionista de Armisticio, Tobías Salvatto. “No resulta justo que en el mundo avancen proyectos económicos mientras existan miles de presos por cultivar cannabis y continúe la persecución al activismo. Esta serie documental pone en valor a las personas que aún soportan la clandestinidad”, agrega Santiago Carrillo, autor de la idea original del documental, coguionista, encargado de la investigación, y también periodista de Cáñamo. El equipo de Armisticio, que está conformado como una cooperativa, se completa con Nahuel Silvestro en la dirección de postproducción y Julieta Vergottini en la dirección artística. 

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