Ya hemos visto que el CBD se puede encontrar de muchas maneras en el mercado. ¿Por qué debería ser interesante el “CBD aislado”.
Poco a poco el CBD se ha convertido en un objeto de culto en la cultura cannabica. El cannabinoide milagro que lo puede curar todo, desde la depresión, a la migraña, pasando por la picazón y las inflamaciones. El mercado de la marihuana medicinal basa todo su discurso en el cannabidiol como remedio no psicoativo para los males de la vida moderna. Por esta razón se puede encontrar como crema tópica, pastillas, cartuchos para vapear, comestibles… piensa en uno y seguro que encontrarás un producto con CBD en esta categoría.
Desde hace un tiempo, uno de estos productos está acaparando cierto revuelo a su alrededor. Se conoce como CBD aislado (“CBD isolate”) y se presenta como producto blancuzco que recuerda a algo parecido a la sal gorda. Se trata de un extracto de la planta del cáñamo que se refina e inverna hasta que se consigue una pureza de CBD del 99% o superior.
Su pureza es su mayor ventaja y su maldición pues es muy complicado llegar a determinar cuál es la dosis adecuada de este compuesto si uno pretende seguir algún tipo de tratamiento basado en CBD. Si se quiere utilizar el CBD como complemento medicinal o remedio la pureza de este producto no ayuda pues no es fácil saber cuál es la equivalencia entre el CBD aislado y el que no lo está.
Lo bueno de este polvo superconcentrado de CBD es que no tiene sabor alguno y puede ser utilizado como condimento para los comestibles y las bebidas. Debido a su consistencia como polvo es bastante versátil en la cocina y fácil de manejar.
Dos aspectos positivos más: en principio este polvo, pese a ser una bomba de CBD, carece de THC por completo, con lo que sería legal en cualquier lugar donde el CBD lo sea. Al no llevar THC, por otra parte, es ideal para las personas que no quieren tener efecto psicoactivo alguno, al menos los asociados con el consumo de THC.