El conocido como crumble wax (algo así como “cera desmenuzada”) es un tipo de extracto similar al shatter pero con sus propias características.
Se trata de otra de las variantes de extracto BHO que se saca de la resina de la planta. Para llegar a tenerlo uno tiene que quitar los solventes aplicando calor y vacío.
El proceso es muy similar al shatter, como hemos comentado, pero se le aplica una cantidad menor de calor y más tiempo de vacío. El resultado es una producto más delicado y seco que recuerda a la forma de un panal. Cuando esa figura se resquebraja se convierte en crumble wax.
¿Por qué este sistema y no otro? Se supone que el gasto adicional que uno emplea al tener el extracto más tiempo en el “horno” lo gana uno por la cantidad de terpenos que se ahorran en el proceso. El calor tiende a eliminar los terpenos por lo que si aplicamos menos calor resistirán más terpenos el proceso, lo que implica, necesariamente, un producto con un olor y sabor mucho mejor que si quemamos la cera a toda pastilla.
Se dice también que quemar el producto a menor temperatura produce un número menor de agentes cancerígenos. Esto no está comprobado a ciencia cierta pero teóricamente la posibilidad de encontrar cancerígenos en un producto de extracción es más elevado cuanto más calor se le haya aplicado. Sin embargo, que no se entienda esto como “da cáncer”. Es lo mismo que cuando uno fuma, la combustión produce cancerígenos pero no necesariamente cáncer.
Por su potencia el crumble wax es igual que cualquier otro extracto: depende de la planta que estés usando y el total de THC. Además, el crumble se toma mediante la práctica del dab, con lo que tampoco hay mucha diferencia con otros extractos. La única peculiaridad es que por su textura es más complicado de fumar que un shatter. Hay que quemarlo un poco para que se sujete bien antes de darle duro. Si te la quieres fumar lo único que hay que hacer es salpimentar el canuto con el crumble wax, aunque cuidado: la potencia del porro se incrementa considerablemente con la cera.