La resina es el resultado de un rápido proceso que incluye calor y presión para extraer la savia pegajosa. Si se extrae de forma adecuada su potencia y sabor rivaliza con otros extractos cannábicos mucho más elaborados.
La resina es popular porque es relativamente fácil de extraer y no se necesita utilizar disolventes, como sí sucede con los aceites. Además, la resina se puede extraer en cuestión de segundos. La pieza central en la extracción de resina es la prensa.
Tiempo, presión y calor: manejar estos tres conceptos mediante la prensa es la clave para un resultado adecuado. El calor debe manejarse para evitar perder los terpenos. Calores extremos los degradan por lo que hay que mantener la prensa lo menos caliente que se necesite para extraer, algo que requiere cierta habilidad. Esto nos lleva a que controlar el tiempo de exposición al calor es fundamental: si utilizamos mucho calor para la extracción para evitar que se degrade la planta.
Así, si queremos reducir el calor hay que aumentar la presión. Si uno quiere manejar una prensa de resina de manera eficiente debe aprender la habilidad de ejercer la presión adecuada para que el calor se reduzca hasta un punto en el que se degrade de forma mínima la planta.
Una prensa de resina que todo el mundo puede tener en casa son las planchas para el pelo. De hecho, alisar el pelo se parece bastante al proceso de extraer resina en tanto que también hay que controlar los tres elementos fundamentales: calor, presión y temperatura.
Algo más caras pero eficientes, son las prensas para sombreros que han sido modificadas. Salta a la vista que este tipo de prensa necesita, al menos, la pericia para hacer la modificación, cosa que la plancha para el pelo no necesita, ya viene preparada.
Las mejores extractoras, como uno puede imaginar, son las planchas neumáticas e hidráulicas. La diferencia fundamental entre ambas está en que la hidráulica puede generar mayor presión por pulgada que la neumática. Ambas pueden fabricarse en casa con los materiales y tutoriales suficientes (si no eres un ingeniero, claro). Sin embargo, se suele recomendar que uno fabrique su propia plancha antes que comprarla. Esto se debe a que el negocio de la resina es aún bastante joven y las manufactureras que proveen planchas son aún poco fiables y, en realidad, lo que hacen estas proveedoras es lo mismo que tú harías si la montas por piezas en tu casa.