El gobierno ruso está considerando seriamente la posibilidad de permitir las importaciones de cannabis destinadas en exclusiva a la investigación científica.
La propuesta del Ministro de salud pretende que se aumenten las importaciones de cannabis hasta 1.1 kilogramos de marihuana, 300 gramos de hachís y 50 gramos de aceite. Se aumenta también la cantidad de THC permitido de 10 gramos a 50 gramos por año. Como se puede apreciar no estamos hablando de cantidades astronómicas sino de pequeñas permisividades que representan un mínimo casi vergonzante. Ahora bien, mejor esto que nada.
Esta propuesta del ministerio viene acompañada de un informe en el que justifican su decisión basándose en las algunas de las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se que aseguró que el CBD es una sustancia de “bajo riesgo” que ha documentado “beneficios para la salud”.
Rusia lleva unos años reaccionando en contra de la legalización del cannabis de la peor manera posible. Ha radicalizado sus políticas anti-droga e, incluso, ha acusado a otros países que han legalizado el cannabis de “romper los acuerdos internacionales de manera deliberada”, refiriéndose al caso de Canadá.
Y esa es la punta del iceberg: la política de demonización de la droga cuenta con el apoyo de los medios de comunicación que trabajan de forma más o menos directa para el gobierno ruso. En su propaganda anti-cannabis se recuerda los ataques al actor Morgan Freeman, consumidor de cannabis, por haber criticado las políticas de Putin. Rusia también pidió a Wikipedia que eliminase todas las entradas en ruso que hicieran referencia a la marihuana de lo contrario iba a bloquear el acceso a esa web a todo el país. Wikipedia tuvo que claudicar.
Putin considera que la droga es “la degeneración de la nación”, por lo que va a ser bastante difícil que veamos una futura legalización del cannabis en Rusia en los próximo años. Aún así, que permitan la entrada de esa cantidad de cannabis al año para su investigación podría ser una buena noticia… o una futura fuente de falsos experimentos que validen las hipótesis de los gobernantes rusos.