Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Davis ha sintetizado un compuesto similar a la ibogaína, pero sin efectos psicodélicos y con menos riesgos cardíacos que la ibogaína. Hasta el momento se han llevado a cabo ensayos únicamente con animales, pero los resultados sugieren que podría ser útil en humanos como un tratamiento para la depresión, los trastornos de ansiedad o las adicciones.
Los científicos trabajaron a partir de la molécula de la ibogaína, que se extrae de la planta de la iboga, y que se usa de forma tradicional en rituales de sanación y de paso a la edad adulta en tribus de Gabón y otros países cercanos. Desde que en los años 70 se descubrió el potencial de la planta para frenar las adicciones se han realizado unos pocos estudios prometedores en esa dirección, sobre todo con adictos a drogas como la heroína.
El equipo de la universidad fue haciendo modificaciones sobre la ibogaína para lograr distintos compuestos nuevos hasta dar con un resultado que eliminará los efectos alucinógenos originales. La molécula sintética resultante ha sido bautizada como tabernanthalog o TBG. Los experimentos realizados con ratones mostraron que la aplicación de TBG sobre animales que habían sido llevados a una adicción al alcohol o la heroína provocó una reducción del consumo de alcohol y un periodo de abstinencia más duradero en el caso de la heroína.
Según la información divulgada por Europa Press los resultados de los experimentos en cultivos celulares indicaron a los investigadores que la molécula sería menos tóxica que la ibogaína. Según el autor principal del estudio, el uso sustancias psicodélicas como tratamiento conllevan mucho tiempo y dinero debido a la cantidad de horas de supervisión y acompañamiento que requieren. “Necesitamos un medicamento que la gente pueda guardar en su botiquín”, dijo.