En el ámbito científico, el año ha dado más de un estudio digno de reseña. Aunque en este campo no hemos sido tan exhaustivos —y puede que alguno se nos haya escapado— traemos una selección de los que sin duda deben ser mencionados. Y es que cada año que pasa se publican más y más estudios científicos sobre muchas ramas de la ciencia, y el cannabis y otras drogas son parte de los campos más prometedores y vírgenes de investigación. Así el año 2020 batió récord de artículos científicos sobre el cannabis, con casi 10 artículos científicos publicados diariamente por cada uno de los 365 días del año.
Empezamos por el covid, ya que un estudio preliminar realizado en laboratorio con piel humana artificial observó que algunos extractos de cannabis redujeron la insuficiencia pulmonar por casos de inflamación como la producida por covid. Los investigadores utilizaron siete variedades diferentes de extractos de cannabis y tres de ellas redujeron la inducción de citocinas relacionadas con la inflamación y la fibrosis pulmonar, mientras que una de las variedades empeoró los síntomas. Fue un estudio pequeño y con varias limitaciones pero que apunta a un posible uso de extractos del cannabis en futuros tratamientos de inflamación pulmonar por citocinas, como ocurre en con la covid.
Entre los publicados este año también cabe destacar un pequeño pero importante estudio de Reino Unido obtuvo muy buenos resultados al administrar cannabis medicinal rico en THC y CBD a pacientes que padecían epilepsias refractarias desde su nacimiento. La administración de cannabis redujo el número de convulsiones en todos los participantes en un 97%, de modo que la práctica totalidad de los pacientes pasaron de tener cientos o miles de crisis diarias a padecer unas cuantas decenas.
Aunque apenas hay evidencias científicas de los beneficios de aplicar cannabis en epilepsias infantiles (este es uno de los primeros estudios), en muchos países numerosas familias utilizan cannabis para paliar las convulsiones de sus hijos con buenos resultados, pero exponiéndose en muchas ocasiones a la ilegalidad o a la adquisición de productos no controlados.
Otro estudio que implica el cannabis concluyó que el CBD puede ser un tratamiento antibiótico contra bacterias resistentes a tratamiento. Los investigadores observaron que el CBD pudo matar a algunas bacterias gramnegativas, unas bacterias que tienen una línea de defensa extra que dificulta la penetración de los antibióticos, y creen que el CBD podría servir para desarrollar nuevos antibióticos que ayuden a hacer frente a las bacterias resistentes a los antibióticos actualmente disponibles.
También este año se publicaron los resultados de un estudio en el que se comprobó que las endorfinas no son las responsables de la llamada euforia del corredor. Tradicionalmente se habían asociado los efectos antidepresivos que se produce en humanos tras la realización de ejercicio a la liberación de endorfinas y su efecto sobre los receptores opioides, pero al parecer no es así. Según los investigadores, todo apunta a que en realidad las sensaciones de reducción de ansiedad asociadas al ejercicio aeróbico se deben a la liberación de endocannabinoides.
Ya fuera del cuerpo humano, en el último año un estudio analizó las cantidad de emisiones de CO2 producidas en el cultivo industrial de cannabis y llegó a la conclusión de que en Estados Unidos por cada kilo de cogollos secos producidos en cultivos de interior se emiten entre 2200 y 5100 kilos de CO2. Los investigadores se sorprendieron al descubrir que la electricidad no es la única gran causa de emisiones, sino que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de los cultivos tenían la mayor demanda de energía. El estudio se realizó en base a distintas regiones de EE UU y los investigadores observaron que la cantidad de CO2 producido puede variar sustancialmente dependiendo de dónde se cultive el cannabis, debido a las diferencias climáticas y la cantidad de emisiones de la red eléctrica.
Por último, un estudio realizado en España presentó 16 nuevos cannabinoides desconocidos hasta el momento. Los investigadores identificaron 43 cannabinoides en el aceite extraído de semillas de cannabis psicoactivo, de los cuales 16 no habían sido identificados con anterioridad. Entre las novedades del estudio se encuentra la identificación de cannabinoides que según los investigadores podrían tener efectos más psicoactivos que el THC, una hipótesis generada por la observación que tendrá que ser verificada en el futuro.