La ley de Singapur considera que la posesión de más de 500 gramos de droga es prueba de tráfico de drogas.

Chijioke Stephen Obioha, un joven de origen nigeriano, ha sido ejecutado hoy en la horca por el gobierno de Singapur. Fue detenido en 2007 por encontrarse en posesión de 2 kilos y medio de marihuana, y condenado a la pena de muerte en 2008. Después de 8 años, a pesar de las peticiones de clemencia, hoy la condena se ha hecho efectiva.

Desde que fue condenado, Obioha ha mantenido su inocencia, y organizaciones como Amnistía Internacional han pedido la suspensión de la ejecución aludiendo que el derecho internacional sólo contempla la fue pena de muerte para casos de delitos graves, y el tráfico de drogas no entra en este marco. No obstante las peticiones han sido en vano.

La ley de Singapur dicta que la posesión de más de 500 gramos de cualquier droga se debe considerar prueba suficiente de tráfico de drogas, por lo que las personas son automáticamente acusadas de tráfico. El joven ejecutado era graduado en química industrial por la Universidad de Benín, y viajó con 22 años a Singapur para intentar formar parte de un equipo profesional del país. Dos años más tarde fue detenido en posesión de la marihuana.