Este texto forma parte de una serie de artículos que reúnen las novedades más relevantes ocurridas en el último año —de septiembre de 2021 a julio de 2022— sobre el cannabis y otras drogas en distintas partes del globo.
El país primero aprobó una despenalización del kratom, una planta de uso tradicional en la región que tiene efectos psicoactivos estimulantes en dosis bajas y analgésicos en dosis más altas. Luego, el país eliminó a la marihuana de la lista de sustancias controladas del país y más tarde aprobó la despenalización de los usos medicinales, alimenticios e industriales de la planta.
El Gobierno permite desde julio el autocultivo doméstico sin límites, el cultivo comercial y la venta de cannabis no psicoactivo (hasta 0,2% de THC). Como parte del impulso inicial de la despenalización del cultivo, el Gobierno anunció que regalaría un millón de plantas, y un mes más tarde de iniciarse ya había un millón de cultivadores registrados en el país.
El Gobierno está tratando de aprovechar al máximo el potencial no psicoactivo del cannabis y está poniendo facilidades a la población para que aprenda las técnicas básicas del cultivo de cannabis. El consumo en público está prohibido y el Gobierno está tratando de desincentivar el consumo recreativo, aunque mucha gente está fumando por placer.