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Los avances del cannabis en Oceanía, África y Asia

El resumen de lo ocurrido en el último año.

Dejando de lado a Tailandia, el país que ha abierto una brecha cannábica en Asia y que ha realizado numerosos avances que hace unos años eran impensables, estas son las noticias más relevantes de los continentes de Asia, África y Oceanía. 

 

Este texto forma parte de una serie de artículos que reúnen las novedades más relevantes ocurridas en el último año —de septiembre de 2021 a julio de 2022— sobre el cannabis y otras drogas en distintas partes del globo.

En Nueva Zelanda los pacientes ya pueden acceder desde este año a cogollos crudos de la planta. El Ministerio de Sanidad aprobó los cogollos de cannabis de una farmaceútica para que sean recetados a pacientes con dolor crónico. En principio, los cogollos ofertados son de hasta el 1% de THC, pero más adelante saldrán al mercado formulaciones más psicoactivas. Aunque por ahora la indicación para la que ha sido aprobada es únicamente su administración en forma de infusiones, es probable que muchos pacientes la empiecen a utilizar en forma vaporizada. 

En Israel el Gobierno despenalizó en mayo la posesión de cannabis y abrió la puerta a la eliminación de algunos  antecedentes penales relacionados con la marihuana. La simple posesión de cannabis para uso personal ya no se considera un delito, no comporta la amenaza de un juicio ni implica un registro penal, y las la multas se han reducido a 138 euros. 

En Japón, el Ministerio de Salud ha empezado a trabajar en la futura regulación del cannabis medicinal y en un cambio de política para penalizar todavía más el consumo recreativo. La propuesta parece encaminada a los tratamientos para la epilepsia refractaria basados en el CBD, y las modificaciones de la ley propuestas van encaminadas a hacer una nueva distinción entre lo que es legal y lo que no en la planta del cannabis. 

En Marruecos, el Gobierno ya ha autorizado el cultivo de cannabis para fines medicinales e industriales en tres provincias del norte del país y ha creado la agencia del control del cannabis, encargada de recibir y tramitar las solicitudes para las licencias de cultivo y producción del cannabis, que en principio será no psicoactivo. 

Más allá del cannabis, en Afganistán el Gobierno en manos de los talibanes anunció una campaña de erradicación de los cultivos de opio que previsiblemente tendrá efectos negativos sobre la empobrecida economía agraria del país y también sobre el mercado negro internacional de opio y sus derivados. Como principal productor de opio, una bajada drástica en la producción puede tener consecuencias sobre el encarecimiento del opio y derivados como la heroína, pudiendo resultar en mayores adulteraciones y más muertes relacionadas en todo el mundo.

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