Si vivís en California (no es nuestro caso), tenéis un dispensario cerca (tampoco lo es) y os sobran 200$ (ahora lo miro pero creo que tampoco…), podéis adquirir un gramo de la nueva locura que recorre las calles del estado con más vigilantes de la playa por metro cuadrado. El TCH-A es un 99,9% concentrado de THC, el resto no alcanza a superar el 50-80%; como comparar el agua con el vodka. Es el concentrado más puro de THC derivado del hash que existe, o eso aseguran.

Como sabéis, los concentrados de hachís pueden adoptar muchas formas, como la cera, sin embargo el estado más puro siempre es como cristal. Y esto es un problema: mucha gente se echa para atrás, con bastante razón, al ver qué aspecto tiene. Entre otras cosas porque recuerda demasiado a la metanfetamina.

El THC-A Cristalino se produce antes de que el THC haya sido quemado o vaporizado. EL THC-A es la versión pura del THC (la A señala que es la versión carbonatada del THC). El THC-A por si mismo está completamente inactivo, por lo que no puede dar subidón si se consume, aunque sí te puedes beneficiar de sus efectos medicinales. Cuando se activa mediante la decarboxilación, el átomo de carbón ácido “A” se elimina dejando solo el psicoactivo THC que todo el mundo conoce.