El cerebro humano actúa como un reloj de la experiencia y los psicodélicos parecen interferir con su mecánica interna. Según la literatura analizada, los usuarios de psicodélicos describen tres patrones de alteración temporal: la dilatación (sensación de que los minutos se alargan), la compresión (pérdida de la noción del paso del tiempo) y la atemporalidad (disolución de la secuencia pasado-presente-futuro). Las experiencias varían según la sustancia, ya que mientras el LSD tiende a inducir una clara extensión subjetiva del tiempo, la psilocibina se asocia más con vivencias de atemporalidad.
Desde una perspectiva neurocientífica, la revisión —firmada por Pu Jiang, Cong Lin y Xiaohui Wang, de la Academia China de Ciencias (Instituto de Química Aplicada de Changchun), la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y la Universidad de Zhejiang— ubica estos efectos en circuitos bien establecidos y los sistemas dopaminérgico y glutamatérgico, parecen ser clave.
En el ámbito clínico, los autores de la revisión sugieren una hipótesis: si los psicodélicos interrumpen patrones temporales rígidos, podrían abrir la posibilidad de reprocesar recuerdos traumáticos o rumiaciones ansiosas que mantienen a las personas atrapadas en el pasado o anticipando un futuro temido. Algunos ensayos de psicoterapia asistida con psicodélicos describen experiencias donde los recuerdos aparecen menos cargados emocionalmente y fuera de una cronología fija, lo que podría facilitar su resignificación.
El artículo enfatiza que estos usos deben estar enmarcados en contextos regulados, con acompañamiento profesional y consentimiento informado. En Estados Unidos, muchas de estas sustancias siguen clasificadas en el Anexo I, lo que dificulta el desarrollo de investigaciones formales. Los autores piden una regulación basada en evidencia, con protocolos de seguridad claros, formación clínica y estándares de calidad.
La percepción del tiempo es un componente clave de la salud mental y su alteración controlada podría tener un valor terapéutico. Sin embargo, mientras los marcos legales mantengan la investigación en pausa, el conocimiento también queda suspendido. La ciencia ya no se pregunta si los psicodélicos detienen el tiempo, sino si la prohibición seguirá deteniendo a la ciencia.