Esta semana se cumplen cinco años desde que Uruguay se convirtió en el primer país en el mundo en vender marihuana legal para sus ciudadanos adultos. En julio del 2017 las farmacias del país empezaron a dispensar variedades de cannabis cultivadas bajo control del Estado a las personas mayores de 18 años que fueran ciudadanos uruguayos o residentes permanentes en el país.
La legalización de la marihuana en Uruguay se aprobó en el 2013, habilitando tres formas de acceso al cannabis psicoactivo: mediante autocultivo, mediante clubs de socios con cultivos colectivos o mediante la compra en farmacias. Pero mientras que el autocultivo y los clubs pudieron funcionar desde un primer momento, la opción de la compra no estuvo disponible hasta cuatro años más tarde.
Cuando empezó la dispensación en farmacias, en julio de 2017, ya había 4711 personas registradas preparadas para poder realizar compras. Una semana después de que empezaran las ventas, el registro se había prácticamente duplicado, llegando a 9163 personas. Un año más tarde los uruguayos registrados ya eran 24.324, y a día de hoy ya hay 49.630 personas registradas.
El número de farmacias registradas que venden cannabis también ha ido creciendo con los años. En el momento de la inauguración eran tan solo 14, y a día de hoy ya alcanzan las 28. El cannabis se venden en paquetes de 5 gramos de cogollos a un precio de 390 pesos uruguayos (9,10 euros) y hay dos variedades disponibles, una híbrida con predominancia índica y otra con predominancia sativa, aunque pronto se introducirán nuevas.