Uruguay hace más de diez años que se convirtió en el primer país del mundo en permitir todos los usos del cannabis. Sin embargo, hasta el día, no todo el mundo accede a los derivados de la planta de forma legal. Una población que está excluida son aquellos que se encuentran cumpliendo en prisión. Si bien el senador Sebastián Sabini presentó un proyecto para que los presos puedan comprar las flores que se venden en las farmacias, la medida aún no se ha aprobado y los reos consiguen la marihuana u otras drogas de forma clandestina. El método más utilizado es el traspaso de las sustancias durante las visitas, pero esto ha generado también una gran cantidad de arrestos por narcotráfico, lo cual ha sido criticado por Sabini en un artículo publicado por Cáñamo, meses atrás. Ante esta situación, la Junta Nacional de Drogas lanzó una “Guía de Abordaje del Uso Problemático de Drogas en Personas Privadas de Libertad”.
Según la Junta Nacional de Drogas, esta iniciativa pretende ser un aporte para abordar de forma integral la salud de los presos que padecen un trastorno de adicción a las sustancias para mejorar su calidad de vida mientras cumplen su condena. En la elaboración de esta guía intervinieron diferentes entidades, como la Administración de los Servicios de Salud del Estado a través del Servicio de Atención Integral a las Personas Privadas de Libertad (SAI-PPL), el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), y el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) a través de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (DINALI). Además, La guía está alineada con la Estrategia Nacional de Drogas 2021-2025 y ofrece un marco claro para la intervención en el uso problemático de drogas dentro del sistema penitenciario uruguayo.
Uno de los propósitos de la guía es sistematizar y organizar el tratamiento para las personas que padecen trastornos de adicción por el consumo de sustancias en las cárceles uruguayas y que se establezcan protocolos de intervención. No solo es un recurso para los profesionales de la salud y del sistema penitenciario, sino también una herramienta para los propios internos, quienes serán parte activa en su proceso de recuperación.