La vicepresidenta de Estados Unidos podría ser la llave que abra la legalización, ya que en el pasado ha abogado por la despenalización a nivel federal. Kamala Harris fue fiscal general de California entre el 2011 y el 2017, y, como tal, supervisó más de mil novecientas condenas relacionadas con el cannabis en San Francisco, más que su predecesora. Pero algunos han señalado que la mayoría de los arrestados por posesión de pequeñas cantidades nunca fueron encarcelados. Solo unas pocas docenas de personas fueron enviadas a prisión por delitos relacionados con el cannabis bajo la supervisión de Harris. Aunque no fue una verdugo implacable, tampoco hizo demasiado por detener los encarcelamientos y las condenas.
Kamala Harris ha dicho que ha fumado marihuana y apoya la legalización de la droga. Fue en una entrevista concedida al programa de radio The Breakfast Club, donde Charlamagne Tha God (Lenard Larry McKelvey) le preguntaba a Harris si alguna vez había fumado: “Sí, e inhalé, inhalé. Fue hace mucho tiempo, pero sí”, dijo riéndose muy cachonda recordando que Bill Clinton fumó, pero sin tragarse el humo. Lo bueno es que nadie arrestó a Kamala Harris y pudo seguir su carrera meteórica hacia el poder.
Kamala es de madre científica de origen tamil y padre profesor jamaicano, y representa lo progresista que quiere demostrar ser el pueblo de Estados Unidos: “No todos son racistas ni machos; tenemos una vicepresidente de color”. Kamala Harris fue senadora demócrata en Nueva York desde el 2017 hasta que fue elegida para contender por el puesto de vicepresidenta, el cual ganó.
En el 2018, Harris respaldó la Ley de Justicia sobre la Marihuana, que habría eliminado el cannabis de la Ley de Sustancias Controladas, lo que hubiera permitido a los estados legalizar sin interferencia federal, e incluso habría retenido los fondos de los estados que continuaran criminalizando el cannabis. Ella copatrocinó una versión en el 2019 del proyecto de ley para legalizar el cannabis a nivel federal, que no llegó a ningún lado. Cuando se le preguntaba acerca de legalizarlo antes de que fuera electa decía: “Se debe legalizar”. Y no solo lo refirió a Charlamagne, a quien le dijo: “Le da alegría a mucha gente; necesitamos más alegría”.
Tha God le preguntó sin aspavientos: “Dicen que te opones a la legalización de la hierba”. Y le respondió riendo: “Eso no es cierto. Mira, la mitad de mi familia es de Jamaica, ¿estás bromeando?”. Pero mucha gente tras las rejas no ríe, mucha gente de su color aún es reprimida por poseer un canuto en estados donde el racismo es común, como Florida, Alabama y Kentucky.
“No, no, no. Permítanme dejar esto muy claro, creo que necesitamos legalizar la marihuana –dijo–. Ahora, dicho esto, y esto no es un pero, es un y, necesitamos investigar, que es una de las razones por las que necesitamos legalizarla. Es necesario regularla para que podamos investigar el impacto de la marihuana en un cerebro en desarrollo. Ya sabes, esa parte del cerebro que desarrolla el juicio y que comienza su crecimiento entre los dieciocho y los veinticuatro años. Pero estoy absolutamente a favor de legalizar la marihuana. Tenemos que hacerlo –dijo más adelante en la entrevista–. Hemos encarcelado a tantos, y particularmente a tantos hombres jóvenes de color, de una manera que no lo hemos hecho con otros hombres jóvenes blancos”.
Ya pasó más de un año desde que llegó a la “oficina” y no se ve que haya muchos avances, es más, parece que se ha dejado de lado, ya no es prioridad. Kamala Harris es una de las mujeres más poderosas del mundo en estos momentos o por lo menos está en el top cinco. ¿Qué tenemos que hacer para que cumpla su palabra de una vez por todas?
Antes no solo hablaba, Harris copatrocinó múltiples proyectos de ley destinados a mejorar las condiciones para la industria del cannabis y aquellos afectados por la guerra contra las drogas. En el 2017 copatrocinó la Ley de Banca SEGURO, que permitió a los bancos trabajar con negocios de cannabis sin temor al castigo del gobierno federal. En el 2019, Harris copatrocinó un proyecto de ley destinado a proteger a los convictos por drogas de perder el acceso a la vivienda pública.
“Otra cosa que ya es hora de terminar es la guerra fallida contra las drogas, comenzando con la legalización de la marihuana. Tenemos que desmantelar esa guerra”, escribió Harris en uno de sus libros, y agregó: “Necesitamos borrar los delitos no violentos relacionados con la marihuana de los registros de millones de personas que han sido arrestadas y encarceladas para que puedan seguir con sus vidas”.
Entonces, ¿qué pasó, Kamala? Estamos esperando que se sacudan del yugo de las poderosas corporaciones, quienes realmente dictan las leyes, y cumplan lo prometido a sus ciudadanos y ciudadanas.