Minesota es un estado de naturaleza impresionante del medio oeste norte con un poco menos de seis millones de habitantes. Hace frontera con Canadá y el lago Superior, y se ha convertido en el estado número veintitrés en legalizar la marihuana recreativa. Es hogar de las ciudades gemelas a ambos lados del río Misisipi: Mineápolis, la más poblada, y Saint Paul, la capital.
El gobernador demócrata Tim Walz, quien ha apoyado durante mucho tiempo la legalización de marihuana recreativa para adultos, promulgó el 30 de mayo un amplio proyecto de ley para legalizar la marihuana en Minesota tras meses de debate en la legislatura. La Cámara y el Senado de Minesota dieron su aprobación final al proyecto de ley pocos días antes de que se suspendiera la sesión del 2023.
¿Cómo sucedió? Los demócratas tienen el control del Senado, la Cámara de representantes y el gobernador por primera vez en diez años (la trifecta). Todas las propuestas anteriores habían sido bloqueadas por los republicanos. En el 2021, la Cámara, controlada por los demócratas, aprobó un proyecto de ley de legalización con varios republicanos que votaron a favor, pero el Senado, controlado por el Partido Republicano, lo rechazó.
El año pasado, la legislatura aprobó un proyecto de ley que legaliza el THC en forma comestible o bebible si se deriva del cáñamo. Muchos legisladores aparentemente no se dieron cuenta de lo que estaban aprobando y desde julio se venden gomitas y bebidas de baja concentración de THC. Esto dio pie a la legalización total.
Jessica Hanson, una representante de la cámara de treinta y seis años fue uno de los pilares en este triunfo. Hanson, una legisladora en su segundo mandato y cuya primera incursión en la política fue como directora ejecutiva de una organización para la defensa de la legalización, copatrocinó la legislación bipartidista de legalización del uso en adultos: “Elegimos a personas a nivel de base para la legislatura de este estado que se preocupan por este tema”, dijo Hanson, quien es la primera consumidora de cannabis elegida para un cargo estatal en Minesota. Siempre argumentó que la legalización debería hacerse mediante legislación, no mediante un referéndum constitucional: “Regular la marihuana beneficiará la salud y la seguridad públicas. Minesota está lista para un mercado de cannabis legal y regulado. Vi los daños de la prohibición que asolaba nuestras comunidades, y los habitantes negros y morenos se vieron perjudicados desproporcionadamente por la guerra contra las drogas. He sido una líder de este movimiento durante años y hoy me sentí orgullosa de votar a favor de este proyecto de ley con apoyo bipartidista”.
La Oficina de Minesota para el Manejo del Cannabis (cuya casi jefa Erin DuPree duró menos en el cargo que un pedo de monja) refiere: como lo establece la nueva ley, una persona de veintiún años o más puede usar, poseer o transportar parafernalia de cannabis; poseer o transportar hasta dos onzas de flor de cannabis en un lugar público; poseer hasta dos libras de flor de cannabis en una residencia privada; puede cultivar hasta ocho plantas que no estén a la vista del público; poseer o transportar hasta ocho gramos de concentrado para uso en adultos; poseer o transportar productos comestibles de cannabis o cáñamo de menor potencia con una infusión combinada de ochocientos miligramos o menos de THC, y regalar flores y productos de cannabis a una persona mayor de veintiún años.
El cannabis puede ser consumido en propiedades y residencias privadas y en lugares con licencias aprobadas o un permiso para eventos. Sin embargo, las licencias para vender y fumar no empezarán hasta el 2025.
Por otra parte, la legislación exige la eliminación automática de las condenas por cannabis y la creación de una Junta de Eliminación de Cannabis, que revisará los delitos graves para su eliminación o nueva sentencia. La eliminación de antecedentes penales sella el expediente de condena de una persona, lo que hace que no sea accesible públicamente. Sellar registros tiene como objetivo eliminar las barreras para las personas con delitos relacionados con el cannabis para que no estén sujetas a una verificación de antecedentes para un trabajo o vivienda.
“Un mercado de cannabis regulado responsablemente es más seguro que uno clandestino. Este enfoque abordará preocupaciones legítimas sobre el acceso de los jóvenes, la salud pública y la seguridad vial –dijo la representante Hanson–. Nuestro sistema proporciona recursos a los reguladores, las fuerzas del orden y los funcionarios de salud pública para proteger a los menores del cannabis. Además, tenemos recursos adicionales en el proyecto de ley para expertos en drogas y para ayudar a la financiación de recursos adicionales para prevenir la adicción y ayudar a la recuperación. Pagaremos estas cosas con un nivel modesto de impuestos a la propia industria del cannabis”; se prevé dedicara ello un diez por ciento de impuestos.
Así que ya se podemos fumar al pie de uno de los diez mil lagos, ¡muchachos!