Sin entrar a valorar el caso, desde la Fundación ICEERS queremos hacer un doble llamamiento a la responsabilidad, tanto desde la profesión periodística como por parte del consumidor, ya que la mayoría de informaciones que se están publicando sobre la sustancia son erróneas o directamente falsas. Publicar datos e informaciones sin contrastar, distorsionadas o fuera de contexto en medios de información generalista no sólo resulta peligroso, sino que constituye una práctica irresponsable que degrada la imagen del medio que las publica. Asimismo, los riesgos se acrecientan cuando los lectores aceptan esas informaciones como válidas por el simple hecho de haber sido publicadas en canales informativos de gran alcance. En consecuencia, como lectores y espectadores, mantener un espíritu crítico y contrastar la información que recibimos se convierte en primordial.
Hemos analizado la noticia difundida en distintos diarios de tirada nacional, como La Vanguardia, El Mundo, ABC, El Confidencial, Marca, Sport y Libertad Digital, entre otros. Hemos detectado inexactitudes y errores graves en casi todas ellas. Además, estos errores han sido replicados (y con expresiones casi idénticas) en multitud de medios de comunicación en línea.
Por ello, hemos creído conveniente transmitir a la opinión pública algunas puntualizaciones al respecto. Las presentamos a continuación, agrupadas por temas y comentadas por el doctor José Carlos Bouso y Genís Oña, miembros del equipo científico de ICEERS.
SOBRE LA SUSTANCIA
La “bufantoína” no existe.
El principal error, de carácter grave y que se repite en la gran mayoría de los artículos publicados, es la confusión en la redacción del nombre de la sustancia. A pesar de que su búsqueda en Google arroja hasta 1.190 entradas diferentes donde se utiliza este término inexacto, lo cierto es que la “bufantoína” no existe. Se trata de un error ortográfico y de concepto. Las secreciones del sapo Bufo alvarius contienen una gran cantidad de sustancias, entre ellas bufotenina y 5-MeO-DMT, ambas sustancias con efectos psicoactivos.
En el caso de Nacho Vidal, desconocemos a ciencia cierta cuál fue exactamente la sustancia implicada, pero en el uso ritual se suelen usar o bien las secreciones de Bufo, o bien una de las sustancias que éstas contienen: 5-MeO-DMT. En lo que respecta a esta última, al tratarse de una sustancia aislada y, por tanto, mucho más concentrada, se requiere el uso de dosis más bajas (entre 5 y 20 mg) y, generalmente, los efectos psicoactivos resultan mucho más potentes.
No se llama “la molécula de Dios”
Las secreciones del Bufo alvarius contienen principalmente bufotenina y 5-MeO-DMT. El psiquiatra Rick Strassman acuñó el término spirit molecule(“molécula espiritual”) para referirse a otra sustancia, la DMT, perteneciente a la misma familia farmacológica que la 5-MeO-DMT, aunque con efectos subjetivos muy diferentes. En el salto al vocabulario popular (gracias también a la inexactitud de los medios), la DMT pasó de “molécula espiritual” a “molécula de Dios”. Las secreciones del Bufo alvarius no contienen DMT, por lo que hablar de “molécula de Dios” para referirse a ellas es un error.
El sapo no es ilegal
Tanto en artículos de prensa escrita como en reportajes de alguna cadena de televisión, se ha hecho mención al estatus legal del sapo Bufo alvarius o de las sustancias bufotenina o 5-MeO-DMT, asegurando que éstos están prohibidos. No obstante, actualmente ni la especie de sapo Bufo alvarius ni las sustancias que contiene se encuentran en las listas del Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 de Naciones Unidas. Algunos países, como Estados Unidos, han impulsado legislaciones propias sobre la bufotenina o la 5-MeO-DMT, pero éste no es el caso de España, donde no están reguladas.
Lo que se fuma no es el sapo
Algunos medios también utilizan el término “fumar el sapo” para referirse al momento de consumo. Lo que se inhala son los vapores producidos por las secreciones del sapo, una vez secas y vaporizadas, no el animal en sí. En el proceso de extracción de la sustancia el sapo suele salir indemne.
SOBRE SUS PELIGROS
Sobre las taquicardias, pérdidas de conocimiento y muerte
Estos tres efectos se pueden encontrar fuertemente mencionados en casi todos los artículos publicados en los últimos días. Lo cierto es que el consumo de las secreciones de Bufo alvarius o de 5-MeO-DMT suele producir elevaciones del ritmo cardíaco y la presión arterial, no sólo por su efecto agonista sobre los receptores de la serotonina, sino también por la propia intensidad de la experiencia. No obstante, estos efectos no suelen suponer episodios más problemáticos que cualquier otro evento que eleve temporalmente el ritmo cardíaco, como subirse a una montaña rusa o hacer ejercicio. El aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial no se prolonga más allá de 10-20 minutos. Estos efectos pueden derivar en problemas de salud cuando la persona presenta alguna cardiopatía previa que la haga especialmente sensible a elevaciones de la presión arterial o el ritmo cardíaco, o cuando esté tomando alguna medicación que pueda producir alguna interacción con la sustancia.
Respecto a las pérdidas de conocimiento y la muerte, se trata igualmente de fenómenos muy poco habituales.
Es importante destacar que la combinación de 5-MeO-DMT con ayahuasca u otros compuestos sí puede llevar a reacciones adversas graves, por lo que hay que prestar especial atención a otras drogas y medicamentos que se estén tomando antes de asistir a una sesión de Bufo.
Riesgos neurológicos
En algunos artículos también se mencionan posibles riesgos neurológicos de las secreciones del Bufo alvarius o la 5-MeO-DMT. Esto es otro error, ya que los únicos riesgos que sí pueden considerarse son de tipo psicológico. Como en el caso del consumo de cualquier otra sustancia psicoactiva (cannabis, LSD, etc.), existe el riesgo de precipitar la aparición de algunos trastornos mentales que se encuentren en estado latente, principalmente trastornos psicóticos o bipolares. Por ello, se desaconseja su consumo a cualquier persona con alguna vulnerabilidad de este tipo: por ejemplo, cuando se tienen familiares cercanos con esquizofrenia o cuando se ha sufrido algún brote psicótico con anterioridad. No obstante, se trata igualmente de casos muy aislados, por lo que no conviene generalizar. En resumen, no hay riesgo neurológico aunque sí lo puede haber psicológico.
Riesgos para la salud pública
Cuando nos preguntamos si el uso de las secreciones de Bufo alvarius o de 5-MeO-DMT conlleva riesgos para la salud pública, nos encontramos con que no hay investigaciones que puedan responder a esta pregunta, ni afirmativa ni negativamente. No se han realizado los suficientes estudios a día de hoy para realizar, desde la evidencia científica, tales afirmaciones. Cabe destacar, no obstante, que no hay publicaciones de personal médico de urgencias avisando sobre alguna avalancha de casos de este tipo, y tampoco desde ICEERS tenemos conocimiento de que se esté produciendo un aumento en el número de casos, con lo que es muy imprudente intentar crear una alarma social sin datos que la respalden debidamente.
De hecho, las últimas publicaciones al respecto informan de mejoras en ansiedad y depresión y de aumentos de la satisfacción con la vida, así como reducciones en medidas de psicopatología tras el uso naturalístico de 5-MeO-DMT, aunque se trata de estudios observacionales que tendrán que confirmar o rebatir estos resultados en entornos clínicos controlados. Por otro lado, hay investigaciones preclínicas (realizadas con animales) en marcha que informan de que la 5-MeO-DMT promueve la neurogénesis (creación de nuevas neuronas), lo cual podría explicar parte de sus efectos antidepresivos.
Es posible que tras varios días en los que esta noticia se ha publicado en gran parte de los medios españoles pueda haber un efecto llamada y algunas personas busquen cómo obtener Bufo alvarius o 5-MeO-DMT. Cabe ser especialmente prudente en esta búsqueda y desconfiar de las personas que ofrecen “sesiones de bufo” por Internet, sobre todo de todos los anuncios que prometan “curaciones milagrosas”. Otros consejos, en caso de haber decidido tomar esta sustancia, serían no consumirla estando solo e informarse bien en sitios web como Erowid, Energy Control o la Fundación ICEERS antes de realizar el consumo para conocer bien qué dosis utilizar o qué estrategias de reducción de riesgos se pueden aplicar.
SOBRE SU USO, ADMINISTRACIÓN E HISTORIA
No existe un uso tradicional ni chamánico
En muchos artículos también se afirma que este ritual lleva realizándose siglos o milenios y que forma parte de algunas tradiciones de pueblos indígenas. Lo cierto es que, pese a que actualmente se consume en un contexto ritual, el uso tradicional no existe. No se conoce que ninguna etnia ni pueblo indígena de ninguna parte del mundo utilizara este animal en sus rituales, como sí se sabe que se utiliza ayahuasca u otras plantas desde hace milenios, posiblemente. Eso sí, el uso de forma ritual permite reducir los posibles riesgos asociados, ya que hay otras personas presentes sosteniendo el espacio y cuidando de que todo vaya bien.
No es un “ritual satánico”
En algún artículo incluso se ha utilizado la palabra “satánico” para definir el contexto ritual en el que se consume esta sustancia. En este tipo de contextos, encontramos una ideología sincrética, con elementos de espiritualidad oriental, nativa americana, o de distintos pueblos de la Amazonía. Todos ellos forman una amalgama de creencias y elementos muy dispares, pero que podríamos definir como cercanos a un cierto animismo o veneración a la Tierra (Pachamama). Creencias, evidentemente, muy lejanas al satanismo.
EN RESUMEN
En las últimas décadas, se ha detectado un aumento en el consumo de algunos productos etnobotánicos (como la ayahuasca, el peyote o las secreciones del Bufo alvarius, entre otros) en contextos rituales. Los motivos de este uso creciente no están del todo claros, pero parece que los entornos en los que estas sesiones tienen lugar, los cuales tienden a ser de tipo psicoterapéutico o seguir ciertas corrientes espirituales, serían algunos de los factores implicados. Desde ICEERS llevamos estudiando este fenómeno desde hace años, habiendo realizado incluso un proyecto europeo en el que se analizó el consumo de estos productos, recogiendo datos sobre la salud de los usuarios o los patrones de consumo. Nos preocupa especialmente el efecto que puede tener el uso de estos productos en la salud pública. Por ello, realizamos, en el caso de la ayahuasca, un estudio con usuarios regulares de esta planta en España, a los cuales se administró una serie de indicadores de salud, comparando los resultados con datos normativos.
En el caso de la 5-MeO-DMT, lamentablemente todavía no existen datos relevantes para la salud pública, aunque ya se han publicado algunas encuestas poblacionales que informan de los principales motivos de uso o de los efectos más comunes reportados por los usuarios, entre los que se encuentran disminuciones en las medidas de psicopatología o un aumento de la satisfacción con la vida. Hasta el momento, no obstante, y pese al aumento del consumo de esta sustancia, no se ha efectuado ninguna alerta sanitaria ni se ha reportado ningún aumento de incidentes que lleguen hasta las urgencias de los hospitales, por lo que parece que no habría motivos para asociar esta práctica con incidentes o riesgos relevantes para la salud.
Y SI ERES PERIODISTA…
Éste ha sido un suceso que ha reunido todos los ingredientes para avivar las llamas del sensacionalismo: un actor famoso, de un género cinematográfico especialmente morboso, una sustancia exótica y la muerte de una persona en extrañas circunstancias.
En tiempos de ciberanzuelos (un fenómeno conocido como clickbait) y expansión de noticias falsas, muchos medios de comunicación sacrifican la calidad de sus contenidos por alcanzar un mayor número de visitas y aumentar los ingresos publicitarios. De este modo, se exageran los detalles más escabrosos de la información y las portadas de muchos diarios generalistas se llenan de noticias tendenciosas y titulares alarmistas, donde el morbo resulta más importante que la objetividad.
A la hora de abordar la redacción de una noticia sobre temas poco conocidos, es imprescindible documentarse previamente en fuentes especializadas que aporten un mínimo rigor científico ante el aluvión de “infoxicación” o “intoxicación informativa” a la que nos vemos sometidos en la actualidad. En tiempos de crisis del periodismo, cuando los grandes medios estudian la implantación de muros de pago que garanticen su supervivencia, el mejor modo de diferenciarse de la competencia y mostrar compromiso con los lectores es garantizar una información objetiva y de calidad que aporte una nota de cordura con la que combatir la avalancha del amarillismo imperante.
Por eso, desde ICEERS ponemos al servicio de periodistas y medios de comunicación nuestra experiencia y experticia en estos temas y les invitamos a que se pongan en contacto con nosotros, antes de correr el peligro de difundir informaciones inexactas que puedan poner en riesgo la salud de sus propios lectores. El conocimiento, sin juicios ni disquisiciones morales, nos aporta libertad, ayudándonos a adoptar hábitos de consumo responsables y evitar comportamientos que resulten problemáticos para la persona, su entorno y la sociedad en su conjunto.