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Ayahuasca, trauma y la necesidad de olvidarse

En esta serie de artículos sobre el potencial terapéutico de la ayahuasca en salud mental, abordamos la depresión y los trastornos por uso de drogas, que son algunos de los temas más estudiados hoy en día. En este artículo nos centraremos en los posibles beneficios de la ayahuasca en el trastorno por estrés postraumático o TEPT. Aunque haya poca evidencia experimental –preclínica y humana– específica para este trastorno, sí que existe alguna evidencia básica y relatos de casos, además de –a mi parecer– un aumento de la búsqueda de la ayahuasca como herramienta terapéutica para el TEPT, especialmente por parte veteranos de guerra. Pero si una cosa está clara es que, en el sentido científico, todavía no hay evidencias suficientes para utilizar la ayahuasca en el tratamiento del TEPT. ¿Qué evidencias hay entonces?

El TEPT y la necesidad de olvidarse

El TEPT suele desarrollarse como consecuencia de una exposición a eventos estresores o traumáticos y se caracteriza, principalmente, por la presencia de memorias recurrentes e involuntarias del evento estresor o trauma. O sea, el TEPT es un trastorno caracterizado por la incapacidad de olvidarse de una memoria negativa. No todas las personas que vivencian un trauma desarrollan este trastorno, y todavía hoy no se sabe mucho sobre él, incluso sobre su tratamiento. La evidencia científica más sólida para el tratamiento del TEPT se encuentra en los tratamientos psicológicos, como la terapia cognitiva y la desensibilización y exposición prolongadas. Personas que desarrollan el TEPT muchas veces suelen presentar también otros trastornos psiquiátricos, como depresión, ansiedad y trastornos relacionados con drogas. Además de las diferentes técnicas de psicoterapia (que suelen ser las herramientas de tratamiento más eficaces), la medicación utilizada en el tratamiento del TEPT suele ser similar (o en algunos casos la misma) a la utilizada para tratar estos otros trastornos (especialmente, depresión y ansiedad), es decir, medicaciones antidepresivas y ansiolíticas, como los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina y otros fármacos similares. Pero estos fármacos no son efectivos para una parte importante de los pacientes con TEPT (y también es verdad eso para los pacientes con depresión, ansiedad y trastornos relacionados con drogas). ¿Y qué están haciendo estos fármacos en relación con el síntoma de no conseguir olvidarse del trauma?, ¿hay fármacos que pueden ayudar en este sentido?

Ayahuasca, DMT y TEPT: evidencia preclínica

Dos procesos psicológicos que están críticamente involucrados en el TEPT son el condicionamiento del miedo y el aprendizaje de la extinción del miedo. En el TEPT, las personas se quedan condicionadas a reaccionar y tener comportamientos relacionados con el trauma (como memorias intrusivas, pesadillas, evitación de sitios y personas que tienen alguna relación con el trauma), y no consiguen aprender a extinguir estas memorias. En algunas situaciones, la persona no va más a determinado sitio, o deja de frecuentar determinados ambientes, por miedo a acordarse del trauma. Y en algunos casos esos flashbacks vienen acompañados de reacciones fisiológicas, como sudor y taquicardia.

"Este incremento de neuroplasticidad podría relacionarse con un aumento en la capacidad de aprender nuevas cosas y, por tanto, de tener más flexibilidad cognitiva […] la persona puede, quizá, mirar su trauma desde otra perspectiva y aprender nuevas estrategias de relacionarse con esta memoria"

Hay modelos experimentales que se utilizan en investigación en animales que evalúan el rol de diferentes sustancias en el condicionamiento del miedo y su extinción. Por ejemplo, ya se ha demostrado que la administración de oxitocina (la hormona relacionada con el vínculo madre-hijo, con el parto y con la empatía) facilita la extinción del miedo en los animales. Del mismo modo, las sustancias que liberan serotonina, como la MDMA, también mejoran la extinción de la memoria del miedo en los animales. Tanto es así que algunas de estas sustancias ya fueron testadas en pacientes con TEPT con resultados promisores.

En el caso de la ayahuasca y sus alcaloides, algunos pocos estudios recientes relataron que la DMT facilita la extinción de memorias de miedo en roedores, lo que sugiere un efecto similar a otras sustancias serotoninérgicas. Sin embargo, otro estudio ha demostrado que la ayahuasca facilitó la formación de la memoria de miedo en roedores. La realidad es que es muy difícil extrapolar datos de roedores a humanos, pero tanto la DMT como la ayahuasca parecen afectar de alguna manera a las memorias de miedo, sea en su consolidación o extinción. Sin embargo, aunque estos datos sean promisores, todavía son muy preliminares, y no existen aún sobre los efectos de la ayahuasca o sus alcaloides en la extinción del miedo en los seres humanos.

Ayahuasca, trauma y la necesidad de olvidarse

Otro posible mecanismo descrito en la literatura preclínica es el incremento de la neuroplasticidad, que suele estar relacionada con el aumento de los niveles de la neurotrofina BDNF (del inglés brain-derived neurotrophic factor) y del número de espinas dendríticas y sinapsis. Este incremento de neuroplasticidad podría relacionarse con un aumento en la capacidad de aprender nuevas cosas y, por tanto, de tener más flexibilidad cognitiva. Esto puede ser muy interesante en el TEPT, ya que esta flexibilidad e incremento de aprendizaje podrían abrir una ventana de oportunidad donde la persona puede, quizá, mirar su trauma desde otra perspectiva y aprender nuevas estrategias de relacionarse con esta memoria. Y relacionado con esta posible capacidad de mirar hacia el trauma de otra manera, está la capacidad de otros psicodélicos (psilocibina, LSD) de disminuir la activación de la amígdala durante la exposición a estímulos de contenido emocional negativo (como fases de tristeza). La amígdala es una de las regiones cerebrales involucradas en el control de respuestas de ansiedad y miedo, y suele estar hiperactiva en personas con TEPT. Todavía no se ha demostrado este efecto con la ayahuasca.

Relatos de casos y estudios observacionales

Tradicionalmente, en los primeros estudios observacionales sobre la ayahuasca de la década de 1990, se encuentran relatos de mejora especialmente en cuadros de depresión, ansiedad y trastornos relacionados con drogas. El tema del trauma no había aparecido todavía. No estoy cien por cien seguro, pero creo que no se habló de este tema (aparte del posible uso del MDMA en el TEPT) hasta el año 2010, aproximadamente. Vine a Barcelona en el 2006 para desarrollar mi tesis de doctorado en Farmacología sobre la ayahuasca, bajo la supervisión del Dr. Jordi Riba y con la colaboración del Dr. José Carlos Bouso. No recuerdo que, por aquel entonces, hubiera relatos sobre el uso de la ayahuasca o de otros alucinógenos en el TEPT. Leí mi tesis en el 2012, y hasta aquel momento básicamente se hablaba de posibles usos antidepresivos, ansiolíticos y antiadictivos de los psicodélicos.

Creo que solo empecé a saber un poco más de la posible relación entre el uso terapéutico de alucinógenos en el TEPT hacia el 2015, cuando tuve contacto por primera vez con relatos de casos de personas que buscaban la ayahuasca como forma del tratamiento del TEPT, especialmente en Sudamérica, aunque había algún relato en Europa también. En la literatura científica, aparte del MDMA, también había –y aún sigue así– poca cosa relacionada con otros alucinógenos como la psilocina o LSD en el tratamiento del TEPT. Los primeros artículos que describían el posible uso de la ketamina en el TEPT son del 2014 y 2015, y algunos investigadores relataron hacia el 2020 y 2021 en estudios observacionales que, en personas con histórico de trauma causado por discriminación racial, el consumo de alucinógenos fue capaz de reducir los síntomas de trauma y aumentar su flexibilidad psicológica. En cualquier caso, está claro que por más interesantes y prometedores que sean estos resultados, son muy preliminares y hay una clara necesidad de más estudios tanto observacionales como clínicos.

En el caso específico de la ayahuasca en el TEPT, hay algunos relatos positivos de veteranos de guerra que han viajado hasta Sudamérica (Perú, Colombia, Brasil) para tomar ayahuasca en retiros espirituales y en contextos rituales. Incluso en algunas partes de Sudamérica se ofrecen tratamientos con ayahuasca específicamente para el TEPT, pero no hay evidencia científica sobre esto. Hay también algunos relatos de terapeutas que han utilizado la ayahuasca en estos pacientes, aparentemente con efectos positivos. Además, algunos estudios observacionales también empiezan a relatar posibles usos beneficios de la ayahuasca en el TEPT, sea en los síntomas traumáticos directamente o en síntomas relacionados, como depresión, ansiedad y uso de drogas.

Sin embargo, todavía no hay ningún estudio experimental o clínico con ayahuasca (u otro alucinógeno) en estos pacientes, y hay que tener en cuenta que personas con TEPT en tratamiento con antidepresivos pueden tener reacciones adversas si toman ayahuasca junto con esta medicación. Por estos motivos hemos iniciado este año en la Universidad de São Paulo el primer estudio clínico del mundo para evaluar el efecto de la ayahuasca en pacientes con TEPT. Esperamos encontrar respuestas interesantes con este estudio.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #302

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