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Los mejores trucos de cultivo

La sabiduría de los expertos

Presentamos una selección de trucos y técnicas empleados por los mejores y más experimentados cultivadores que nos ayudarán a tener un mejor cuidado de las plantas.

Presentamos una selección de trucos y técnicas empleados por los mejores y más experimentados cultivadores que nos ayudarán a tener un mejor cuidado de las plantas.

‘Supercropping’

La altura de las plantas se puede controlar bastante bien mientras están en crecimiento por medio de la poda, pero cuando las plantas comienzan a tener cogollos hay que utilizar otros sistemas. Uno de los más útiles es una variación de la técnica supercropping de interior, que permite doblar las ramas a la altura deseada en lugar de cortarlas. Para lograr que el tallo se doble sin romperse hay que chafarlo apretándolo con fuerza entre los dedos hasta que se oye un pequeño chasquido que indica que las fibras interiores se han roto, la rama quebrada, incapaz de soportar su peso, se doblará en un ángulo de al menos noventa grados por ese preciso punto. Tras aplicar esta técnica, las ramas parecen peligrosamente débiles, pero no hay que agobiarse. En unos pocos días la planta cicatriza la herida formando un callo en el punto de rotura que refuerza la rama en su nueva posición. Este sistema permite ir dominando la forma y la altura de las plantas en floración sin tener que cortar ninguna rama. Hay que escoger tallos bien formados pero que todavía no estén tan duros que resulten quebradizos.

No coseches antes de tiempo, en las últimas semanas de la floración se produce la mayor parte de la resina y el THC.
No coseches antes de tiempo, en las últimas semanas de la floración se produce la mayor parte de la resina y el THC.

Fertilizantes de emergencia

La orina contiene alrededor del dos por ciento de nitrógeno en forma de urea y algo de potasio. Se puede usar como un abono de crecimiento de emergencia cuando se nos ha acabado el fertilizante. La orina es demasiado fuerte para usarla directamente sobre las plantas, por lo que conviene disolverla en diez o veinte partes de agua. Es un abono muy rico en nitrógeno, y no se debe usar en exceso.

La ceniza de madera contiene grandes cantidades de calcio, magnesio y potasio, lo que la convierte en un buen abono ecológico. Su principal inconveniente es que eleva mucho el pH, por lo que es más adecuada para usar en suelos ácidos que en terrenos alcalinos. No se debe usar ceniza de otros materiales que no sea madera porque puede contener sustancias tóxicas para las plantas. La ceniza se esparce sobre el suelo o se mezcla con el montón de compost antes de añadirlo al terreno. No hay que usar demasiada cantidad por su efecto sobre el pH, pero en la proporción adecuada mejorará la floración de las plantas.

Se puede utilizar ceniza para preparar un fertilizante bastante completo combinándola con orina. En diez litros de agua se añaden medio litro de orina y una cucharada o dos de ceniza de madera. Si el pH de la solución de riego es muy elevado se puede reducir con un chorro de vinagre o zumo de limón.

Las hojas amarillean porque la planta aprovecha sus nutrientes, pero una vez secas conviene arrancarlas para evitar la aparición de hongos.
Las hojas amarillean porque la planta aprovecha sus nutrientes, pero una vez secas conviene arrancarlas para evitar la aparición de hongos.

 

Trucos para plantas no feminizadas

No son muchos los cultivadores que siguen sembrando semillas tradicionales, de las que dan plantas macho y plantas hembra, pero los que lo hagan que sepan que pueden adelantar la floración en una sola rama de la planta para sexarla antes de tiempo.

Este viejo truco permite conocer el sexo de una planta semanas antes de que comience la floración. La técnica consiste en provocar artificialmente la floración de una sola rama de la planta manteniéndola a oscuras doce horas diarias. El cultivador utilizará una bolsa oscura, que no deje pasar la luz, para cubrir el extremo de una rama. La bolsa se coloca cada día a la misma hora, se fija con una goma elástica para que quede bien cerrada y no entre nada de luz, y se mantiene durante doce horas (incluyendo la noche). Cada mañana, pasadas las doce horas, se quita la bolsa y se deja la rama al aire. Por la tarde se vuelve a colocar. Pasados unos días la rama comenzará a brotar flores y podremos sexarla.

En condiciones normales las semillas de cannabis no feminizadas suelen dar lugar a una proporción similar de machos y hembras. Sin embargo, alterando algunos factores se puede lograr una mayor proporción de plantas de uno de los dos sexos. El número de plantas hembra aumenta si se incrementa el nitrógeno y se reduce el potasio durante las dos primeras semanas de vida, mientras que reducir el nitrógeno y aumentar el potasio eleva el número de machos. La humedad alta y las temperaturas moderadas también incrementan la proporción de hembras, mientras que en climas secos y con temperaturas altas salen más machos. En los cultivos de interior la luz más azulada, como la que emite una lámpara de halogenuros metalizados, favorece la aparición de hembras, mientras que la luz rojiza de las lámparas de alta presión de sodio incrementa el número de machos. En exterior, la siembra temprana, cuando los días son más cortos, favorece la aparición de hembras, y la siembra tardía, la aparición de machos.

Cuelga cintas atrapainsectos cerca de las plantas, ayudan a detectar antes la aparición de mosca blanca y otras plagas.
Cuelga cintas atrapainsectos cerca de las plantas, ayudan a detectar antes la aparición de mosca blanca y otras plagas.

Soluciones caseras contra plagas

Si aparece una plaga y no tenemos ningún producto contra ella, podemos improvisar un insecticida casero con ingredientes que encontraremos por casa. El ajo, la cebolla y las guindillas ahuyentan a la mayoría de los insectos. La nicotina es uno de los más potentes venenos que hay en la naturaleza y un insecticida muy efectivo. El jabón deshidrata a los bichos y ayuda a que los insecticidas empapen bien la planta.

La receta más sencilla consiste en mezclar el tabaco de un par de cigarrillos, una cabeza de ajos, dos o tres guindillas y una cebolla con dos litros de agua y triturarlo con la batidora. Se deja reposar un par de horas y se filtra el líquido a través de un colador de tela para eliminar los restos sólidos. Al líquido resultante se le añaden unas gotas de jabón concentrado y se fumiga directamente. Conviene hacer la prueba primero sobre unas cuantas hojas de la planta y esperar un día para asegurarse de que no las quema. Si es demasiado fuerte se puede diluir con más agua. No siempre mata a las plagas pero ayuda a ahuyentarlas y a mantenerlas bajo control. Es un insecticida no tóxico que se puede aplicar en cualquier momento, incluso durante la floración. Es efectivo contra pulgón, araña roja, mosca blanca, orugas y cochinillas.

El agua es un gran insecticida si se usa adecuadamente. Cuando aparece una plaga el cultivador puede eliminar la gran mayoría de los bichos simplemente duchando la planta con un chorro de agua a presión. No acabará con todos pero reducirá la población y los problemas a niveles mínimos. Tras la ducha se aplica un insecticida para acabar con los pocos bichos que queden. Otra opción es matar la plaga usando vapor de agua, ya que las plagas aguantan las altas temperaturas peor que las plantas. Las máquinas limpiadoras a vapor domésticas producen una gran cantidad de vapor caliente que se puede dirigir hacia donde está la plaga el tiempo suficiente para eliminarla pero sin llegar a dañar el cannabis.

Un truco sacado de la sabiduría de los horticultores para luchar contra los hongos: para prevenir que las plantas sufran el ataque de hongos como botritis y oídio se debe enrollar un hilo de cobre alrededor del tronco de la planta. Algunos cultivadores clavan un extremo del alambre en el tallo y enrollan el resto, mientras que otros prefieren no perforar la planta. Los cables de teléfono y los cables eléctricos bastante finos son los más adecuados, una vez eliminada la cobertura plástica. Los iones de cobre, que tienen propiedades fungicidas, pasan del cable a la planta y a través de la savia se distribuyen por todos los tejidos de la planta. No es un remedio infalible y probablemente no evita que acaben apareciendo hongos, especialmente en lugares con clima propicio, pero puede retrasar su llegada o incluso prevenirlos completamente en zonas de otoños secos.

Manicura las plantas poco a poco eliminando las hojas más grandes a lo largo de varios días para facilitar la cosecha.
Manicura las plantas poco a poco eliminando las hojas más grandes a lo largo de varios días para facilitar la cosecha.

Trucos contra caracoles

Las plantas pequeñas son muy débiles frente al ataque de los caracoles. Un sistema sencillo para capturar los caracoles que pueda haber alrededor de las plantas y mantener la población bajo control es hacer una trampa enterrando un plato hondo en el suelo, de modo que el borde quede al nivel de la tierra, y llenarlo de cerveza. Los caracoles acudirán atraídos por el olor de la cerveza y se meterán en el plato, donde se ahogarán.

Otro buen truco contra caracoles y, especialmente, contra las babosas es dejar un trozo de cartón en el suelo del cultivo para que las babosas se refugien bajo él, cada mañana le damos la vuelta y capturamos todas las que encontremos.

Los caracoles no pueden pasar por encima de la ceniza. Si trazamos un círculo de ceniza alrededor de los tallos de las plantas no podrán atravesarlo y llegar hasta ellas. Hay que renovar la barrera después de cada lluvia. Las cáscaras de huevos trituradas hasta dejarlas en pequeños trocitos (pero no en polvo) también sirven como barrera anticaracoles, con la ventaja de que una lluvia suave no hará desaparecer la defensa en el peor momento de todos, después de la lluvia.

Los pulgones se pueden combatir con una pulverización de agua jabonosa.
Los pulgones se pueden combatir con una pulverización de agua jabonosa.

Cosecha progresiva

La labor de cosechar y manicurar las plantas puede ser agotadora, sobre todo si la plantación es grande. Un buen sistema para repartir el trabajo a lo largo de dos o tres semanas y no acabar harto de manicurar plantas el día de la cosecha es hacer una manicura progresiva. Dos semanas antes de la fecha prevista de cosecha se empiezan a manicurar las hojas más grandes. Cada día se dedica un rato hasta cortarlas todas. Luego se empieza con las hojas medianas de todas las plantas. Al final, el día de la cosecha solo hay que ir cortando las plantas y manicurar las pocas hojas pequeñas que puedan quedar y ponerlas a secar.

Este sistema no perjudica a las plantas y puede llegar a ser beneficioso, pues al cortar las hojas les llega un poco más de luz a los cogollos y maduran mejor. Pero sobre todo es un truco muy práctico para no tener que hacer todo el trabajo en un día.

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