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Lunario de abril de 2019

Abril: luz para crecer

Según vamos entrando en la primavera, los días se van alargando, lo que permite que el cannabis plantado en exterior crezca. Debido a la conjunción de un nodo en el único día de abril en que coinciden los tres ciclos lunares para favorecer el crecimiento de los cogollos, este mes trasplantaremos en creciente y descendente, pero en una constelación de agua o de fuego. La siembra, en cambio, la haremos en ascendente y creciente, en aire o en fuego.

Según vamos entrando en la primavera, los días se van alargando, lo que permite que el cannabis plantado en exterior crezca. Debido a la conjunción de un nodo en el único día de abril en que coinciden los tres ciclos lunares para favorecer el crecimiento de los cogollos, este mes trasplantaremos en creciente y descendente, pero en una constelación de agua o de fuego. La siembra, en cambio, la haremos en ascendente y creciente, en aire o en fuego. 

Coincidencia menguante con ascendente: del 1 al 5 de abril 
El mes de abril comienza con la luna menguante, que cuando pasa por constelación de aire, como los días 1 y 2, permite que los tratamientos insecticidas tengan más eficacia sin dañar en exceso las plantas. Estos días también son los más adecuados para cosechar. Los días 3, 4 y 5, en cambio, con la luna en constelación de agua, al centrarse la energía en las hojas, los tratamientos pueden dañar estas partes más sensibles en este momento. Estos días son favorables para el abonado de crecimiento. 

Coincidencia creciente con ascendente: del 5 al 11 de abril 
La luna creciente y ascendente estimula la germinación de las semillas. Si a esto le añadimos el paso de la luna por una constelación de fuego, como los días 6 y 7, esta estimulación se ve muy acrecentada. Podemos poner a germinar el cannabis en esos días. Los días 8, 9 y 10, con la luna en constelación de tierra, son apropiados para remover el compost. El 11, la luna está en constelación de aire, y será cuando podamos poner en tierra las semillas que hayan germinado, así como las que queramos hacer en siembra directa. También es el día en que encontraremos los esquejes en su momento más vivaz. 

Coincidencia creciente con descendente: del 12 al 19 de abril 
El día 12 hay un nodo, por lo que será mejor que evitemos realizar ninguna tarea que concierna con las plantas. Los días 13 y 14, aunque la luna está en agua, aprovecharemos para poner en tierra los esquejes cortados el 11. Estos días son adecuados para realizar el abonado de crecimiento. Remover el terreno superficialmente los días 15 y 16, con la luna en constelación de fuego, hará que las semillas de las hierbas adventicias germinen, lo que nos posibilitará su posterior eliminación. Los días 17 y 18, al pasar la luna por constelación de tierra, remover el compost estimula la vida microbiana que en él habita. 

Coincidencia menguante con descendente: del 19 al 24 de abril 
Tras la luna llena del día 19 comienza la fase menguante, llevando la energía a las raíces de las plantas. Los trasplantes en esta fase pueden dañar en exceso esa parte de la planta, por lo que si nos vemos obligados a hacerlo, tendremos sumo cuidado con el cepellón, evitando el repicado. El día más apropiado para ello es el 20, y el 21 por la mañana, ya que la luna está en constelación de aire esos días. El 22 y el 23, la luna está en constelación de agua, lo que les convierte en días para el abonado de crecimiento. El 24 acaba el descendente en constelación de fuego, así que los tratamientos fungicidas que apliquemos tendrán mayor efecto. 

Coincidencia menguante con ascendente: del 25 al 30 de abril 
La luna comienza el ascendente pasando a su vez por un nodo el día 25. Tras evitar este día, podremos proseguir con los tratamientos fungicidas, así como con los insecticidas, durante los días 26, 27 y 28, ya que la luna se encuentra en constelación de tierra. Los últimos días del mes, el 29 y 30, la luna pasa por una constelación de aire, lo que, en esta coincidencia, hace que sea un momento ideal para cosechar. 

Cuaderno de cultivo Abril 2019

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #256

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