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Nueve trucos para acelerar el crecimiento

¿Hemos sembrado nuestras primeras semillas y queremos lograr una buena cosecha? En un cultivo de cannabis, la fase de crecimiento es el primer paso hacia el éxito. Las plantas que crecen fuertes y vigorosas están preparadas para producir grandes cogollos. Siguiendo estos consejos, crecerán como campeonas. 

Nueve trucos para acelerar el crecimiento
Nueve trucos para acelerar el crecimiento
Nueve trucos para acelerar el crecimiento
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Nueve trucos para acelerar el crecimiento
Nueve trucos para acelerar el crecimiento
Nueve trucos para acelerar el crecimiento
Nueve trucos para acelerar el crecimiento
Nueve trucos para acelerar el crecimiento

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La tierra debe secarse bastante entre riego y riego para que las raíces se mantengan oxigenadas.

El cultivo de cannabis no es difícil pero requiere ciertos conocimiento y algo de experiencia. Al principio, los cultivadores suelen impacientarse y les parece que las plantas van lentas. La realidad es que en las primeras semanas tras la germinación la principal misión de una plántula es establecer un buen sistema de raíces, que le permita absorber agua y nutrientes en grandes cantidades, ya que estos son los elementos esenciales para poder crecer. Es esencial tener paciencia y dejar que la naturaleza siga su curso sin estresar a la planta con un exceso de riego y de nutrientes. La tierra debe secarse bastante entre riego y riego para que las raíces se mantengan oxigenadas. Los riegos demasiado frecuentes tienden a ahogarlas e impiden su correcto desarrollo. En cuanto al abono, es muy importante que haya un suministro constante de nutrientes disueltos en el agua de riego, pero conviene emplear dosis bajas, alrededor de la mitad de lo que diga la etiqueta del abono, para evitar la sobrefertilización. Abonaremos dos o tres veces por semana, pero siempre en pequeñas cantidades.

Grandes plantas al final de la fase de crecimiento.

Grandes plantas al final de la fase de crecimiento. 

Las plantas de cannabis aman el sol y lo necesitan en grandes cantidades para producir buenas cosechas.

Las plantas de cannabis aman el sol y lo necesitan en grandes cantidades para producir buenas cosechas. 

La calidad del agua de riego (nivel de sales y valor de pH) es uno de los elementos más importantes del cultivo. El agua muy dura tiene un pH demasiado alto, lo que impide la correcta absorción de algunos nutrientes y hace que las sales se vayan acumulando en el sustrato, que se convierte en tóxico poco a poco. Para evitar este problema usaremos siempre agua con pocas sales. Si el agua del grifo no es buena, recogemos agua de lluvia o compramos un filtro de ósmosis; es mucho mejor gastarse el dinero en un filtro y usar abonos baratos que emplear agua de mala calidad y abonos carísimos. Si el agua es mala, el resultado no puede ser bueno. 

Usaremos macetas grandes sobre paneles aislantes para que estas no se recalienten con el calor del suelo.

Usaremos macetas grandes sobre paneles aislantes para que estas no se recalienten con el calor del suelo. 

Consideraremos el sustrato como el sostén vital para el agua, los nutrientes y el oxígeno que las raíces de las plantas necesitan. Cuanta más tierra tiene disponible la planta, más raíces desarrollará y mayor cantidad de nutrientes y agua podrá absorber. Por eso es muy recomendable usar macetas grandes, que, además de generar mayor producción, son más tolerantes con los fallos del cultivador. Una maceta grande de 20-40 l contiene mucha más agua y nutrientes que una de 10 l, y la planta puede desarrollar un sistema de raíces mucho mayor. Una gran maceta mantiene una temperatura más estable y no se seca con tanta rapidez. No es recomendable sembrar las semillas directamente en macetas tan grandes, es mejor empezar con contenedores más pequeños y trasplantar a otros mayores conforme las plantas se desarrollan. Germinaremos en macetas de 1 l, trasplantaremos a las dos o tres semanas a otras de 5-10 litros y, otras tres semanas después, a los contenedores definitivos. Haremos los trasplantes con mucho cuidado para no dañar las raíces y siempre por la tarde, así tendrán toda la noche para recuperarse. 

Al cortar la punta principal, potenciamos la ramificación y el desarrollo de plantas más redondeadas y con menor altura.

Al cortar la punta principal, potenciamos la ramificación y el desarrollo de plantas más redondeadas y con menor altura. 

Una técnica efectiva es ubicar las macetas sobre palés de madera o placas de corcho para que el sustrato mantenga temperaturas más adecuadas para la salud de las raíces.

A medida que las plantas crecen, su capacidad para asimilar nutrientes aumenta gradualmente. Durante las dos o tres primeras semanas, es recomendable mantener una conductividad eléctrica (EC) del sustrato de 0,5-0,7, luego puede aumentar hasta 1,0-1,2 durante el resto de la fase de crecimiento. En floración, dependiendo de la variedad y las condiciones climáticas, las plantas manejarán bien una EC de hasta 1,5-1,8. 

El exceso de abono puede ser muy perjudicial para el desarrollo de las plantas. Si las raíces no pueden absorber todos los nutrientes, estos se van acumulando en el sustrato. Con el tiempo, se llegan a alcanzar niveles tóxicos de sales en la tierra, lo que resulta en deficiencias nutricionales y daños en las raíces. Es importante tener en cuenta que la mayoría de las deficiencias de nutrientes no se deben a la falta de abono, sino a un desequilibrio en el pH y la EC del sustrato. Por lo tanto, es preferible ser conservador con el abono y seguir siempre las indicaciones del fabricante para evitar dosis excesivas. Es mejor quedarse corto que excederse, y se puede trabajar con dosis más bajas, especialmente si se aplica abono en la mayoría de los riegos. 

En este cultivo de guerrilla se cavó un agujero para cada planta y se rellenó con sustrato de una buena calidad.

En este cultivo de guerrilla se cavó un agujero para cada planta y se rellenó con sustrato de una buena calidad. 

Además de luz, agua y nutrientes, las plantas requieren una temperatura adecuada, especialmente en sus raíces. En espacios como terrazas y balcones, en verano el suelo puede calentarse considerablemente durante las horas centrales del día y recalentar las macetas situadas directamente encima. Se llegan a alcanzar temperaturas tan altas que comprometen la salud de las raíces y obligan a las plantas a dedicar gran parte de su energía a la transpiración para mantenerse frescas. Para mejorar el crecimiento de las plantas en macetas, es recomendable utilizar medidas de aislamiento, colocándolas sobre materiales como corcho o madera, o incluso introducir la maceta dentro de otra maceta blanca para proporcionar un aislamiento adicional contra el calor externo. Una técnica efectiva es ubicar las macetas sobre palés de madera o placas de corcho para que el sustrato mantenga temperaturas más adecuadas para la salud de las raíces, lo que no solo reduce el consumo de agua, sino que también acelera el crecimiento y multiplica la producción.

Si las plantas se colocan muy juntas, se hacen sombra y se estiran más en busca de luz; si las separamos, obtendremos mejores resultados.

Si las plantas se colocan muy juntas, se hacen sombra y se estiran más en busca de luz; si las separamos, obtendremos mejores resultados. 

Trasplantaremos a macetas mayores conforme las plantas vayan creciendo.

Trasplantaremos a macetas mayores conforme las plantas vayan creciendo. 

La fase de crecimiento del cannabis tiene lugar entre la germinación y el inicio de la floración. Es una fase muy importante, pues en ella se crea el sistema radicular que alimentará a la planta y la estructura de ramas sobre la que luego crecerán y se desarrollarán los cogollos. Si el crecimiento es débil, escaso o poco vigoroso, la planta no será capaz de soportar una floración intensa y la producción será baja. Muchos cultivadores inexpertos no le dan suficiente importancia a esta fase y luego se sorprenden cuando la floración no va bien. 

La mayoría de las carencias se producen por desajustes en el pH de la tierra, no por falta de nutrientes.

La mayoría de las carencias se producen por desajustes en el pH de la tierra, no por falta de nutrientes.

Otro truco que usan los cultivadores con más experiencia es regar las plantas por la tarde para que tengan toda la noche para absorber el agua y estén bien hidratadas por la mañana cuando salga el sol. No conviene mojar las hojas cuando las plantas están a pleno sol, pues las gotas de agua pueden actuar como pequeñas lupas y generar quemaduras en las hojas. 

Las ramas más bajas suelen recibir poco sol y no desarrollan cogollos gruesos y productivos. Además, si tocan el suelo, favorecen la entrada de bichos, hongos y otras plantas. Podaremos estas ramas bajas y la energía de la planta se concentrará en los cogollos principales, con lo que aumentará la cantidad y la calidad de la cosecha. 

Como muestra esta imagen, las ramas bajas no se desarrollan bien: si las podamos, concentramos la energía en los cogollos superiores, mucho más productivos.

Como muestra esta imagen, las ramas bajas no se desarrollan bien: si las podamos, concentramos la energía en los cogollos superiores, mucho más productivos. 

La fase de crecimiento es mucho más importante de lo que la mayoría de los cultivadores cree.

La fase de crecimiento es mucho más importante de lo que la mayoría de los cultivadores cree. 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #317

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