Pasar al contenido principal

Arcadi: la utopía alcanzada

Arcadi es un artista y cineasta inusual que practica la libertad creativa fuera de los circuitos habituales. Hablamos con él de su obra y de su vida.

En la escena cultural de Santander, nos encontramos con un artista underground que huye de las galerías, convirtiendo su hogar y su familia en el centro neurálgico y motor de su obra.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Bilbao, Arcadi dibuja y tatúa, aunque es el cine el medio en donde se encuentra más cómodo para expresar de manera cuasi absoluta los sentimientos que desatan las visiones del mundo, con las que se encuentra en su entorno y en sus viajes.

En la escena cultural de Santander, nos encontramos con un artista underground que huye de las galerías, convirtiendo su hogar y su familia en el centro neurálgico y motor de su obra. 
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Bilbao, Arcadi dibuja y tatúa, aunque es el cine el medio en donde se encuentra más cómodo para expresar de manera cuasi absoluta los sentimientos que desatan las visiones del mundo, con las que se encuentra en su entorno y en sus viajes. 

Ser artista 

Cuando le preguntamos a Arcadi por qué había decidido ser artista, él se sincera: “Más que una decisión es pura necesidad, una pulsión, indomable. No sé cómo decir; lo sucedido me invade y hay un fuerte deseo de mantenerme en ese punto, en el umbral entre lo que sucede y lo que siento”. 
Sobre los materiales y técnicas pictóricas preferidas nos confiesa que son varios: “Me gusta todo. Me encanta que los materiales sean nuevos y desconocidos. La radicalidad de la tinta negra sobre el papel de arroz me apasiona. El cuerpo del óleo y la potencia de los pigmentos siempre me han arrebatado, las ceras de colores, los rotuladores. Cualquier papel, cualquier trozo de madera o de cartón, cualquier muro”. 

Relación de sus hijos con el proceso creativo 

Arcadi, en esa cruzada personal de hacer a través del arte una visión del contexto que le rodea, también tiene unos pequeños ayudantes: sus hijos. Ellos completan algunas de las obras, impregnándolas de la frescura y de la inocencia que se plasma con su mirada. 
“Mis hijos forman parte de mi proceso creativo, soy muy vulnerable a lo que me rodea. Cuelgo un rollo de papel en una ventana y mi hijo mayor, de tres años, empieza por la parte de abajo de la hoja y yo por la de arriba, así hasta que se mezclan nuestros trazos en una selva de sentido”. 

La elección del cine como lenguaje 

Frente a su trabajo plástico, Arcadi realiza películas que él mismo graba, edita y monta. La elección del séptimo arte como lenguaje definitivo es, en las palabras del artista: “El cinematógrafo es mi eje central. Es una magia compleja y espectacular con la que siempre me voy a sentir en deuda. Las imágenes brillando en la pantalla, moviéndose, sonando... Puro éxtasis. Sin duda es un lenguaje muy potente y que hoy en día cualquiera puede utilizar. Antaño el aparataje cinematográfico, las cámaras y magnetófonos, no estaban al alcance de la multitud, hacía falta una verdadera industria para manejar esas herramientas. Hoy en día es distinto. Bresson solía repetir que creía en una generación de jóvenes poetas que iban a utilizar el lenguaje cinematográfico al margen de las imposiciones de la industria cinematográfica, al margen del star system y los canales oficiales de distribución. Su sueño es hoy en día una realidad”. 
Entre sus referentes están, además de los artistas Ángel Bados, Miriam Cahn, Henri Matisse y la fotógrafa Nan Goldin, los cineastas Robert Bresson y Jean-Luc Godard. 

ABISINIA, fotograma
ABISINIA, fotograma de los créditos iniciales de la película

Trabajar en paralelo a lo institucional 

Arcadi reniega de los canales habituales del arte y logra mantenerse, gracias a varios mecenas que creen en su trabajo. Esta característica ayuda a que el artista pueda trabajar con total libertad y lo acerca, con más fuerza si cabe, a la pureza que busca en su trabajo: “Me cuesta mucho vincular mi trabajo en arte con las instituciones de la cultura. Nunca fui bueno haciendo dosieres para becas de arte. No me gusta tener que dar muchas explicaciones. Entiendo que las galerías comerciales son necesarias y realmente muchas de ellas han sido decisivas en el devenir de la historia del arte, así como ciertos coleccionistas o museos. Para mí es importante mantener la pureza. Muchas veces pinto sobre soportes inestables, frágiles, que no están pensados a priori para la exhibición, son más notas que me sirven de mapa sensitivo para construir piezas más definitivas mediante el lenguaje cinematográfico. El festival de cine Pantalla Fantasma, por ejemplo, es un espacio en el que siempre he sentido que mis películas encajan a la perfección”. 

Frente a la mayoría de los artistas consumidores, él delega el uso de los porros al disfrute y la celebración y los desvincula de sus procesos creativos. 

La importancia de la música 

Al preguntarle al artista cómo incide la música en su trabajo, tanto a la hora de acompañarlo mientras dibuja como en los films que produce, Arcadi tiene la necesidad de explayarse y de contar cómo afecta este arte de idiosincrasia universal a su trabajo: “La música la entiendo de una forma muy fragmentada. Me doy cuenta de que suelen ser unos pocos segundos de una canción los que realmente hacen que me tiemble el espinazo. Por ello, tiendo a utilizar pequeños fragmentos musicales, cortados, en el montaje de las películas. Por momentos es música diegética (un modelo toca el piano en el plano y esa es la música que aparece), luego cambia a extradiegético (mensajes sonoros del móvil, fragmentos de canciones, audio recopilado durante el rodaje...). El mundo sonoro es muy profundo y evocador, el lenguaje sonoro carece de esa atadura primordial con la representación, tiene la capacidad de sumergirte directamente en un universo de sensaciones, en un auténtico océano. La composición musical sin duda es una de las grandes herramientas que luego he llevado al campo cinematográfico, montar una película tiene mucho que ver con montar una canción”.
El artista continúa citando a sus referentes y así nos explica que Bresson decía que el cinematógrafo es una escritura con imágenes en movimiento y sonidos: “Bresson siempre habló de la magnitud del sonido, que para él era mucho mayor que la de la imagen. Sin duda es esa tensión, esa mezcla entre lo sonoro y lo visual, la que genera la pura alquimia del cine. El corte, plano enfrentado a contraplano. Una rueda incendiada que no cesa de dar vueltas, centelleando, hasta que se consume –Y apostilla–: “Cuando pinto prefiero, sin duda, el silencio”. 

Incidencia del cannabis en la obra 

Arcadi es fumador habitual de marihuana, pero, al igual que elige el silencio para pintar, también necesita abstinencia para hacerlo. Frente a la mayoría de los artistas consumidores, él delega el uso de los porros al disfrute y la celebración y los desvincula de sus procesos creativos: “El trazo y la agilidad requieren de mi abstinencia. Pintar es para mí un proceso que sucede después de todo, como intentando rescatar de la memoria, totalmente invadido por el fulgor del presente. Lo mismo sucede con el trabajo cinematográfico. Son procesos gozosos para mí, pero que a la vez requieren de mi perseverancia y concentración”. 

La paz del artista libre 

Durante la entrevista a Arcadi y el visionado de su obra, el leitmotiv que quiero destacar es la paz que desprende. Tal vez porque esta fue realizada en su casa y rodeado de su familia, donde se encontraba realmente cómodo. Quizás por el uso del cannabis, que dio fluidez a la conversación. O tal vez porque un artista que realmente hace lo que le gusta está más falto de conflictos internos que lo pongan nervioso, que otro artista que hinca la rodilla delante de las instituciones para no morir de hambre. 
El trabajo de este artista catalán afincado en Cantabria se podría resumir en que ha logrado una utopía: alcanzar la libertad artística total. Y eso, junto con su pericia, es lo que lo que eleva su obra a la categoría de arte. 
 

Obra de Arcadi
"Criptobudas", bocetos para graffiti - rotulador sobre papel (2017)
Obra de Arcadi
"Disc 1" portada para el primer disco de Sebastià Puntí Band (2018)
Obra de Arcadi
Cartel de la película "Genessies" (2012)
Obra de Arcadi
Cartel de la película "Die Kunst Der Fugue" (2013)
Fotograma de "Flores y rayas"
Fotograma de la película "Flores y rayas" (2010)
Fotograma de "Abisinia"
Fotograma de los créditos de la película "Abisinia" (2015)

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #245

Te puede interesar...

¿Te ha gustado este artículo y quieres saber más?
Aquí te dejamos una cata selecta de nuestros mejores contenidos relacionados:

Suscríbete a Cáñamo