Ingredientes para cuatro personas
Elaboración
Para cannabizar esta salsita casera hemos seleccionado la variedad Red Dwarf, de Buddha Seeds, que regalamos en mayo del año pasado. Esta peculiar enana roja es una índica de crecimiento explosivo y una potencia considerable. Nos hará relajarnos si estamos estresado y nos dará ese regustillo y bienestar interior que tanto necesitamos a veces.
Para extraerle todas sus psicopropiedades vamos a preparar vinagre de manzana cannábico. Como ya hemos explicado en otras recetas, este proceso es largo, así que tendremos que prepararlo con bastante antelación. Necesitaremos 250 ml de vinagre de manzana y unos 8 g de cogollos de Red Dwarf. Meteremos los cogollos en el congelador un par de días antes para que el frío nos potencie la extracción del THC. Después los trituraremos y los sumergiremos en el vinagre. Los meteremos en la nevera y dejaremos que maceren durante tres o cuatro días. Pasado este tiempo, los filtraremos con un colador de tela y los meteremos en un bote hermético. A nosotros nos gusta añadirle también un cogollo entero dentro del bote para potenciar el aroma y el sabor de la variedad elegida, pero no es imprescindible.
Para continuar habremos de marinar las costillas. Les exprimiremos la naranja por encima para humedecerlas y facilitar que el aderezo se impregne. Por otro lado, mezclaremos los ingredientes del marinado y con ellos masajearemos bien las costillas. Intentaremos distribuirlo lo mejor posible por todas partes y las meteremos en la nevera tapadas unas veinticuatro horas para que los sabores y los aromas penetren en la carne.
Por supuesto, podremos variar y adaptar a nuestro gusto el marinado cambiando las hierbas o las especias o incluso el azúcar por miel si os gusta más.
Y ya podremos proceder a elaborar la salsa en sí. Empezaremos pelando y cortando lo más pequeño posible (o rallando) el ajo, la cebolla y el jengibre. Pondremos el aceite en un recipiente al fuego y verteremos todo para que se sofría un poco a fuego medio y con mucho cuidado de que no se nos queme, sin dejar de remover. Una vez sofrito podremos ir añadiendo el resto de los ingredientes comenzando por el zumo de naranja para parar la cocción, seguimos con el kétchup, la mostaza, el zumo y el vinagre. Mezclaremos todo bien y dejaremos que hierva 5 min y lo retiraremos y lo dejaremos enfriar.
Y ya solo nos quedarían las costillas. Si las hacemos a la brasa supongo que no tenemos que explicar nada. Y si no tuviéramos brasa siempre podemos hacerlas al horno. Para ello sí que aconsejamos meterlas primero tapadas con papel de aluminio a unos 180º durante una hora aproximadamente. Después las sacaremos, las destaparemos, pondremos el horno a máxima potencia y las volveremos a meter unos minutos hasta que se doren. Así quedarán doradas por fuera y bien jugosas por dentro.
Una vez asadas ya podremos soplar, mojar y disfrutar, siempre con precaución y medida.