Hoy vamos a utilizar para nuestra receta una de las joyas de nuestros mares: el atún rojo de almadraba. Lo cocinaremos al más puro estilo nipón, tan en boga últimamente, y lo enriqueceremos con un toque verde y fresco para soportar mejor los primeros calores de la temporada.
Elaboración
En esta ocasión he seleccionado la multipremiada Green Poison. Esta variedad tiene una genética índica en un 70% y sativa en un 30%, y sus aromas son intensos, afrutados y dulces. Nos va a proporcionar una potente dosis de euforia y relajación corporal, y nos vendrá de perlas si sufrimos de insomnio o dolor muscular.
Para integrarla en la receta le vamos a extraer sus encantos con la nata, por eso la que utilicemos debe tener un 35% de materia grasa, ya que como sabréis el THC es liposoluble. Para ello tenemos que infusionar la nata con la marihuana en un bol al baño maría para evitar que hierva. Recordad que no podemos someterla a temperaturas superiores a 60 o 70 grados centígrados si no queremos perder las sustancias psicoactivas que posee. La mantendremos a esa temperatura unos 20 minutos para después pasarla por un colador de tela y dejarla reposar tapada unos 5 minutos más.
Para el tataki congelaremos el atún, ya que vamos a consumirlo prácticamente crudo, entre 24 y 48 horas antes de consumirlo, así no tendremos sorpresas con el famoso anisakis.
Hecho esto comenzaremos mezclando los ingredientes de la marinada e introduciendo en ella el atún cortado en tacos rectangulares (tipo lingotes) de unos 150 g cada uno. Lo dejamos dentro de la marinada unas 2 horas dándole la vuelta de vez en cuando para que tome bien el sabor por todos los lados.
Mientras tanto podemos ir preparando la salsa de mostaza Green Poison. Para ello primero tenemos que freír el perejil en el aceite de oliva virgen extra a unos 165 grados centígrados. Luego lo pondremos en un vaso donde poder triturarlo junto con la nata cannábica, la mostaza verde, la mahonesa, la salsa Perrins, una pizca de sal y otra de azúcar.
Lo trituramos todo hasta obtener una salsa cremosa de un bonito color verde. A continuación calentamos bien una sartén antiadherente y cogemos nuestros lingotes de atún escurridos y los marcamos unos 15 segundos por cada lado. Después los introducimos en un bol con agua y hielo para cortar la cocción. Los sacamos y los escurrimos. Vertemos los dos tipos de sésamo en un plato y le pasamos los lingotes previamente humedecidos con el resto de marinada que nos ha quedado para que queden bien impregnados. Una vez “ensesamados”, los cortamos en lonchas de un centímetro aproximadamente y decoramos el plato con la supersalsa de mostaza verde que tenemos preparada. También podemos utilizar alguna otra salsa o reducción de otro color para intercalar los colores y decorar el plato.
Y si ya estamos preparados para viajar, podemos empezar a comer esta delicia de atún, tun, tun.