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Fideítos negros automáticos…

Fideuá negra con ‘cannaalioli’ de azafrán y Bubblegum x Cream Mandarine

Este año vamos a empezar el verano con la boca negra, y si queremos irnos de viaje la acompañaremos de este psicotrópico alioli, que nos va a subir a las nubes para después dejarnos relajados en un prado verde mirando al cielo azul.

Elaboración

Para “enriquecer” esta oscura fideuá he seleccionado la variedad Bubblegum x Cream Mandarine Auto, de Gramovatio Grow Shop. La regalamos en septiembre del año pasado con la revista, y si algo podemos destacar de ella es la intensidad de su olor y su sabor. El olor a fruta madura y chicle es brutal, y el sabor dulce y equilibrado es pura delicia. Es híbrida y puede contener porcentajes del 22 al 25% de THC. Con ella vamos a preparar la leche cannábica, con la que después elaboraremos el alioli de azafrán.

Para prepararla tendremos que picar muy fina la hierba, unos 2 g para los 80 ml de leche. Después habrá que hervirla a fuego lento durante una hora para que el proceso de descarboxilación se complete bien. Tendréis que andar con ojo y no dejar de mover para que no rebose la leche al hervir. Una vez cocida habrá que filtrarla con un colador de tela y añadirle el azafrán para que infusione con el calor que conserva. No hay más que añadirlo y taparla lo más herméticamente posible. Dejamos que se enfríe y reservamos.

Fideítos negros

La fideuá la comenzaremos pelando los langostinos para poder utilizar las cabezas y la piel para hacer el fumet o caldo con el que mojaremos los fideos. Una vez pelados cogemos una olla y vertemos 1 cs de AOVE. Cuando esté caliente agregamos las cabezas y las doramos con el fuego medio-alto. Después, la copita de vino, y cuando reduzca el alcohol (3 min) lo cubrimos bien de agua y lo hervimos durante 15 min. Lo colamos y añadimos la tinta para disolverla en caliente. Reservamos el caldo.

Cortamos la sepia, jibia o choco en trocitos pequeños, al igual que los ajos y el pimiento rojo. Ponemos la paellera o recipiente que tengáis parecido al fuego con el AOVE restante. Lo primero en caer será el cefalópodo cortado. Cuando esté doradito y empiece a atacaros (peta y salta que da gusto), le añadís el ajo, y antes de que se queme sumamos el pimiento rojo y el choricero o ñora, que previamente habremos rehidratado con un poco de agua. Después, las alcachofas peladas y cortadas en octavos. Rehogamos a fuego medio y añadimos el tomate triturado o rallado. A continuación podemos incorporar el caldo y dejarlo hervir unos minutos para que la sepia se ponga tierna. Cuando la veamos tierna, ya podemos añadir los fideítos. Dejamos cocer los fideos y reducir el caldo, y cuando los fideos estén al dente apagamos el fuego y los dejamos reposar 5 min. Mientras, podemos elaborar el alioli. Cogemos la leche cannábica en un vaso de batidora y le trituramos el diente de ajo con la sal y el vinagre o limón. Después iremos añadiendo los dos aceites poco a poco sin dejar de batir hasta que tome cuerpo.

Y ya está, ahora queda lo mejor: disfrutarla y acordarnos de lo que hemos comido cuando vayamos al baño en los próximos días si no queremos asustarnos. ¡Precaución y buenos humos!

 

Fideuá negra con ‘cannaalioli’ de azafrán y Bubblegum x Cream Mandarine

Ingredientes para cuatro personas

500 g de fideos medianos

2 tomates maduros

3 dientes de ajo

1 pimiento rojo de asar

1 ñora o pimiento choricero

2 alcachofas frescas

800 g de sepia limpia

16 langostinos

1 copita de vino blanco amontillado

1,5 l de caldo de pescado

8 sobres de tinta de calamar

8 cs de AOVE

Sal al gusto

 

Alioli

50 ml de leche cannábica

70 ml de AOVE suave

70 ml de aceite de girasol

1 diente de ajo

Un poco de azafrán en hebra

Una pizca de vinagre o zumo de limón

Sal al gusto

LA DOSIS PERFECTA

Se estima que medio gramo por persona si no es usuaria de cannabis es una dosis suficiente para sentir los efectos. Si eres consumidor habitual la tolerancia hacia la sustancia activa hará que necesites el doble: un gramo. No olvides que durante la digestión el THC se convierte en una molécula más potente que propicia una experiencia retrasada y hasta tres veces más intensa que con una cantidad similar fumada. El efecto tarda entre 30 y 90 minutos en mostrarse en todo su esplendor, y puede llegar a mantenerse hasta 8 horas.

Dado que no todas las hierbas son iguales y que todos somos diferentes, estos consejos sobre cantidades y efectos son orientativos. Es al comensal al que corresponde encontrar su medida. La prudencia siempre es buena consejera.

Fotos

COIMAGEN

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #258

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