Ingredientes para cuatro personas
Elaboración
Para esta sencilla pero maravillosa ensalada hemos seleccionado la variedad Velvet Moon, que regalamos con el número 284 de la revista en agosto del pasado año. Se trata de una planta preciosa con un potente aroma a fruta madura. Su sabor es un equilibrio perfecto entre acidez y dulzura, igual que la salsa que vamos a elaborar con la extracción en vinagre de arroz. Los efectos son inmediatos y más cerebrales que físicos; después, se van suavizando, dejándonos en un estado embriagante de buen rollo durante horas.
Para elaborar un vinagre cannábico necesitamos 250 ml de vinagre de arroz, en este caso, y unos 8 g de cogollos de Velvet Moon. Metemos los cogollos en el congelador un par de días antes para que el frío potencie la extracción de los preciados cannabinoides. Después, los trituramos y los sumergimos en el vinagre. Lo metemos en la nevera y los dejamos que maceren durante tres o cuatro días. Pasado este tiempo, lo filtramos con un colador de tela y lo metemos en un bote hermético para su uso posterior.
Una vez que tenemos el vinagre mágico nos podemos poner con la receta en sí. La palabra sunomono significa ‘encurtido en vinagre o escabechado’. De hecho, su es ‘vinagre’ en japonés, pero según algunas fuentes el verdadero origen de esta preparación es chino, aunque son los nipones los que llevan la receta al resto del mundo. En cualquier caso, esta técnica de macerar en vinagre de arroz dulce verduras crudas cortadas finamente es una delicia y nos da resultados magníficos en multitud de ensaladas y acompañamientos. Podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad y probar con distintas combinaciones de verduras como rábanos, col, zanahoria, calabacín o lechuga, por ejemplo. En este caso, comenzamos rehidratando las algas: las sumergimos en agua templada y las dejamos ahí unos diez minutos. Mientras tanto, lavamos muy bien los pepinos y los pelamos dejándoles parte de la piel haciendo rayas discontinuas. Una vez pelados, les quitamos los extremos y los cortamos en rodajas bien finas. En caso de que no dominemos mucho el cuchillo, podemos hacernos con una mandolina. Una vez cortados, los ponemos en un bol o plato grande junto a las algas rehidratadas.
Y ahora la salsita: solo tenemos que poner la salsa de soja, el vinagre de arroz cannábico y el azúcar en un bol y mezclar todo bien hasta que el azúcar esté bien disuelto. Ya estará lista. Fácil, ¿no? Por último, cortaremos el aguacate como más nos guste y se lo añadiremos al bol con el pepino y las algas. Lo regaremos todo bien con la vinagreta y lo mezclaremos.
Llega el momento de servir o, como decimos en cocina, emplatar. Lo repartimos en cuatro boles o platitos y, para terminar, le espolvoreamos el sésamo y los cañamones por encima.
Bueno, pues ya podemos comenzar a nutrir nuestro cuerpo y nuestra mente. Espero que os guste y disfrutéis del viaje.