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Un aperitivo curativo

Mejillones en ‘escannabeche’ con patatas chips

Aprenderemos a elaborar en nuestra cocina uno de los típicos aperitivos socorridos de despensa: la lata de mejillones con una bolsa de patatas fritas. Está bien tenerlo como recurso, pero os aseguro que si lo elaboramos con nuestras propias manos nos va a saber infinitamente mejor. En esta interpretación cien por cien casera, además, vamos a añadir un componente cannábico medicinal, el CBG o carbigenol. La variedad responsable de este hito va a ser la Auto CBG Strong, de Mr Hide Seeds, que tuvimos el gusto de regalar con el n.º 319 en julio del 2024. En su sabor hay matices terrosos, y sus aromas a vainilla van a quedar estupendamente con nuestros mejillones, ya que la vainilla, aunque parezca mentira, casa muy bien con el marisco. 

Ingredientes para cuatro personas

Mejillones en escabeche

  • 1 kg de mejillones (el peso es con la concha) 

  • 60 ml de AOVE 

  • 60 ml de vinagre cannábico 

  • ½ vaso de vino blanco 

  • 4 dientes de ajo 

  • 2 hojas de laurel 

  • 8-10 granos de pimienta 

  • 1 cc de pimentón dulce 

Patatas chips

  • 1 kg de patatas 

  • AOVE para freírlas 

  • Sal fina al gusto 

Elaboración 

El CBG o carbigenol es un cannabinoide precursor de otros, es decir, que a partir de este se van generando los demás, como, por ejemplo, el THC o el CBD. Su descubrimiento es reciente y aún quedan numerosas cualidades por descubrir, pero lo que ya se sabe seguro es que tiene muchas propiedades terapéuticas y medicinales, entre ellas: es antibacteriano, antiinflamatorio o antidepresivo; alivia el dolor; mejora las enfermedades intestinales; promueve el crecimiento óseo, y es útil en el tratamiento de la anorexia y la caquexia. 

La Auto CBG Strong contiene tan solo un 0,09% de THC, mientras que sus niveles de CBD son altos y los de CBG están en torno al 6-8%. Estos porcentajes nos garantizan una psicoactividad prácticamente nula: lo único que vamos a sentir es una agradable relajación acompañada de todos los efectos terapéuticos que contiene. 

Para extraer estas inofensivas cualidades necesitaremos 60 ml de vinagre y unos 2 g de cogollos. Es aconsejable meter los cogollos en el congelador un par de días antes para que el frío potencie la extracción de los cannabinoides. Después, los trituramos y los sumergimos en el vinagre. Los metemos en la nevera y los dejamos que maceren durante 3 o 4 días. Pasado este tiempo, los filtramos con un colador de tela y los metemos en un bote hermético. 

Para el escabeche, lo primero será lavar los mejillones bajo el grifo y retirar sus barbas (los pelillos que asoman de la concha). A continuación, descartaremos los rotos y los que estén abiertos y no se cierren solos al darles un golpecito. Una vez limpios, los ponemos en una olla grande con tapadera, añadimos el vino blanco y una hoja de laurel. Cocinamos a fuego medio-alto con la olla tapada durante 6 o 7 min o hasta que se abran. Cuando estén abiertos, apagamos el fuego y esperamos a que pierdan algo de temperatura. Una vez cocidos, los separamos de la concha y los colocamos en un recipiente pequeño con tapa. 

Un aperitivo curativo Mejillones en ‘escannabeche’ con patatas chips

Por otro lado, ponemos el aceite a fuego medio junto con los dos dientes de ajo pelados y aplastados, laminados o cortados por la mitad, como prefiramos encontrarlos después. Cocinamos hasta que el ajo empiece a chisporrotear y soltar su aroma. Cuando estén dorado, apagamos el fuego, retiramos y añadimos el laurel que nos queda, los granos de pimienta y el pimentón. A continuación, esperamos un minuto e incorporamos el vinagre cannábico y removemos. Por último, vertemos el escabeche sobre los mejillones, procurando que queden todos cubiertos, y metemos el recipiente en refrigeración dejándolo reposar durante 24 h como mínimo. 

Para hacer las patatas chips caseras habrá que pelarlas, lavarlas bien y cortarlas en láminas lo más finas posibles. Para este fin aconsejamos un pelador o una mandolina. Lo más importante, además de su ínfimo grosor, será que todas tengan el mismo tamaño para asegurar una fritura uniforme. Una vez cortadas, las lavamos con abundante agua fría hasta que suelten todo el almidón y el agua salga transparente. Las escurrimos, las secamos muy bien y las freímos en una sartén con abundante AOVE. La temperatura ideal sería unos 170 ºC. No debemos dejar de mover hasta que obtengan un dorado más o menos uniforme. Cuando lo tengan, las ponemos extendidas en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y les ponemos la sal al gusto. Una vez frías, ya podemos ponerle uno de nuestros exquisitos mejillones en “escannabeche” encima y empezar un maravilloso y rico aperitivo curativo. Esperamos que os gusten y disfrutéis mucho de sus bondades. ¡Buen provecho y buenos humos!

LA DOSIS CORRECTA

Se estima que medio gramo por persona si no es usuaria de cannabis es una dosis suficiente para sentir los efectos. Si eres consumidor habitual la tolerancia hacia la sustancia activa hará que necesites el doble: un gramo. No olvides que durante la digestión el THC se convier te en una molécula más potente que propicia una experiencia retrasada y hasta tres veces más intensa que con una cantidad similar fumada. Si cuando fumamos o vaporizamos podemos apreciar los efectos a los 10 minutos y estos nos pueden durar hasta 4 horas, cuando comemos el efecto deseado tarda entre 30 y 90 minutos en mostrarse en todo su esplendor y puede llegar a mantenerse hasta 8 horas. Como es sabido, en ayunas el efecto es mayor.  Dado que no todas las hierbas son iguales y que todos somos diferentes, estos consejos sobre cantidades y efectos son orientativos. Es al comensal al que corresponde encontrar su medida. La prudencia siempre es buena consejera.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #329

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