Pasar al contenido principal

Chile: Detectan THC sintético en vaporizadores

El Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) emitió una alerta tras identificar por primera vez el acetato de THC (THC-O), que no se presenta de forma natural en el cannabis y que es usado en vaporizadores no regulados.

La detección de esta sustancia se produjo en junio de 2025, cuando el ISP analizó dos cartuchos de vaporizador incautados en una región del sur de este país. Los estudios identificaron la presencia de acetato de THC (THC-O), un derivado del tetrahidrocannabinol que, al ser acetilado, adquiere una potencia psicoactiva superior.

Este compuesto, que no se encuentra de forma natural en la planta de cannabis, ha sido asociado a efectos psiquiátricos como ansiedad intensa, episodios psicóticos, pérdida de conciencia y riesgo de trastornos persistentes en personas con condiciones mentales previas.

Además, su combustión podría generar ceteno, un gas tóxico vinculado al síndrome EVALI, caracterizado por graves lesiones pulmonares en usuarios de vapeadores. Esta preocupación no es menor si se considera la expansión del uso de vaporizadores entre adolescentes, un grupo particularmente vulnerable a intoxicaciones por compuestos de alta potencia.

El profesor Mario Rivera, experto en farmacología de la Universidad de Chile, advirtió que el acetato de THC puede inducir intoxicaciones graves incluso con dosis similares a las del cannabis tradicional, debido a su bajo umbral de efecto.

Esto significa que pequeñas cantidades de esta sustancia pueden generar respuestas intensas sin que el usuario sea plenamente consciente del riesgo. En particular, personas con escasa experiencia en el consumo de cannabinoides o con predisposición genética a reacciones adversas podrían verse especialmente afectadas. Rivera enfatizó que "no se trata de demonizar el cannabis, sino de alertar sobre una variante que puede tener consecuencias graves si no se aborda con información y regulación adecuada".

A diferencia del cannabis convencional, el THC-O no tiene olor cuando se vaporiza, lo que facilita que su uso pase inadvertido. Esta característica lo convierte en una sustancia difícil de detectar para el entorno inmediato y contribuye a su normalización en contextos donde el consumo pasaría desapercibido.

Este factor, combinado con su alta potencia, representa un desafío mayor para las estrategias de prevención y el riesgo se incrementa entre adolescentes y personas sin información adecuada sobre sus efectos reales, quienes pueden consumirla bajo la falsa percepción de estar usando un concentrado de cannabis tradicional, dada la forma en que habitualmente se comercializa este tipo de sustancia en ese país.

Suscríbete a Cáñamo