Sevilla, ciudad emblemática andaluza, se prepara para acoger un evento que podría redefinir el mapa de las copas cannábicas mundiales. La Three Monkeys Cup, en su primera edición a finales de 2026, irrumpe como un huracán fresco en el sector: gratuita, inclusiva y con una vocación internacional que invita a cultivadores, extractores y aficionados de todos los rincones del planeta a unirse a la fiesta. Imagínense: no más barreras económicas que excluyan a los pequeños productores o clubes sociales; aquí, la pasión por la planta es el único pasaporte necesario. Si eres un grower en California, un hasher en Ámsterdam o un innovador en Bogotá, Sevilla te llama para demostrar que la cultura verde no tiene fronteras.
Lo que hace de la Three Monkeys Cup un oasis en el desierto de competiciones tradicionales es su esencia disruptiva. A diferencia de eventos como la Cannabis Cup de Ámsterdam o la Spannabis de Barcelona, donde las inscripciones pueden superar los cientos de euros y la evaluación se aprieta en un fin de semana caótico, esta copa rompe moldes. Gratuita al 100 %, financiada de forma privada sin un solo patrocinador corporativo, elimina las élites financieras y democratiza el acceso. “Su carácter abierto y gratuito democratiza la participación y abre la puerta a proyectos pequeños, clubes sociales y cultivadores independientes”, explica un portavoz del equipo organizador. Con un límite de 67 participantes por categoría —Flor, Hash y Extracciones—, se garantiza la diversidad sin sacrificar la calidad, permitiendo que voces emergentes de Asia, África o Latinoamérica compitan en igualdad de condiciones.

Pero vayamos al corazón de sus virtudes: la justicia en el juicio. Olviden lo de los jurados apresurados y sesgados; aquí, tres expertos con más de 100 años de experiencia combinada en consumo y 50 en cultivo evaluarán las muestras durante un mes entero. Una cata pausada, objetiva, que respeta el ciclo natural de la planta. “Esta decisión habla de respeto hacia la planta y hacia quienes la cultivan y transforman”, afirman los organizadores. Y el premio no es un trofeo genérico: forjado por Ibba Creations, maestros italianos de la joyería desde 1993, cada uno es una obra de arte en bronce macizo, esmalte verde ardiente, rubíes engastados y baño de oro de 24 quilates, presentado en caja de madera noble. Con un coste de producción de 3.000 euros por pieza, no es solo un galardón; es un símbolo eterno de excelencia y dedicación.
Sevilla, con su clima mediterráneo ideal para el cultivo y su historia de mestizaje cultural, eleva esta copa a un nivel simbólico. Será más que una competición: un espejo de la madurez cannábica global, un punto de convergencia para generaciones que reclaman legitimación. La segunda edición ya apunta a Tailandia, epicentro de la reciente revolución regulatoria, prometiendo un tour mundial que una geografías y políticas. “No solo será una competición: será un espejo en el que ver reflejada la madurez de un movimiento que, lejos de agotarse, sigue creciendo y floreciendo”.
Cultivadores del mundo, preparad vuestras mejores genéticas. La Three Monkeys Cup no busca reyes, busca aliados en la evolución verde. Inscribíos pronto —las plazas volarán— y vivid la expectación: en 2026, Sevilla será el epicentro donde la planta una lo que el mundo divide. ¿Listos para hacer historia?