Un millar de agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana formaron parte de una gran operación a finales de junio contra el narcotráfico en el centro de la ciudad de Barcelona. Los agentes detuvieron a cincuenta personas, la mayoría de nacionalidad paquistaní, por formar parte de una red de venta de drogas que operaba mayoritariamente en el céntrico barrio del Raval.
La policía ha clausurado 35 viviendas ocupadas por la mafia que eran utilizadas como punto de venta de drogas. Según ha publicado El Periódico la operación ha finalizado con la incautación de 2 kilos de cocaína, 3 kilos de heroína y 2.180 pastillas. La operación ha superado en número de registros domiciliarios a la que se llevó a cabo en octubre del año pasado contra los narcopisos. Aquella primera macrooperación desmanteló una red de narcotráfico dominicana que se había hecho con el control del tráfico de drogas en el Raval y había introducido la novedad de los narcopisos para el consumo de sustancias. Los narcopisos eran viviendas ocupadas en las que además de venderse droga se permitía el consumo de la sustancia in situ, lo que generó la alarma de los vecinos del barrio. Tras la operación policial del pasado año contra la mafia dominicana los traficantes paquistaníes habían retomado el control de buena parte de la venta de drogas en la calle y narcopisos, en los que no obstante ya no permitían consumir. La mayoría de drogas se vendían a turistas, a los que lo vendedores ambulantes de cerveza ofrecían sustancias como marihuana, cocaína, pastillas de MDMA o viagra en la calle.