La Policía Nacional detuvo hace unos días a una mujer en Alicante después de que esta acudiera a urgencias con su bebé de 17 meses y el pequeño diese positivo en THC en un análisis. El protocolo hospitalario por un positivo relacionado con una probable ingesta de cannabis hizo que los médicos avisaron a la policía, que entrevistó a los sanitarios y a la mujer. La versión ofrecida por la madre no convenció a la policía, que acabó deteniéndola y poniéndola a disposición judicial.
Según la información publicada por El Periódico, la madre explicó a los agentes que el niño se había intoxicado de THC por ingerir unos snacks cannábicos. La mujer aseguró que no sabía que los snacks —que eran una imitación ilegal de las patatas de la marca Cheetos— contenían THC, y dijo que los había comprado en una tienda de alimentación del barrio. Los agentes fueron al comercio para inspeccionar los productos a la venta, pero tras observar el local, hablar con la persona encargada y revisar las grabaciones concluyeron que ni allí se vendían dichos productos ni la mujer había acudido recientemente.
Tras considerar que la versión de la madre sobre la compra accidental de los snacks cannábicos era falsa, los agentes resolvieron detenerla. La mujer tuvo que declarar en comisaría y después de ello quedó en libertad acusada de los delitos de lesiones y abandono temporal de menor.
En Estados Unidos, en donde el uso y la venta de cannabis es legal en buena parte del territorio, las autoridades sanitarias han alertado en más de una ocasión de la aparición de snacks cannábicos que se venden imitando las marcas, los diseños y las formas de presentación de productos populares, dulces de marcas famosas y productos comerciales para niños, habiendo causando numerosos colocones accidentales en personas que no querían consumir THC.