El Parlament Catalán aprueba una ley sobre el consumo lúdico del cannabis
La “Ley de Asociaciones de Personas Consumidoras” ha salido adelante con los votos de Junts per Sí (JxSí), Ciudadanos (Cs), PSC (Partido Socialista Catalán), CSQP (Catalunya Sí que es pot) y la CUP (Candidatura de Unidad Popular).
La Ley aprobada hoy día 28 de junio en el Parlament de Cataluña llamada “Ley de Asociaciones de Personas Consumidoras” ha salido adelante con los votos de Junts per Sí (JxSí), Ciudadanos (Cs), PSC (Partido Socialista Catalán), CSQP (Catalunya Sí que es pot) y la CUP (Candidatura de Unidad Popular). El PP se mantiene al margen de esta iniciativa.
Pese a todas las deficiencias que podamos encontrar en esta ley del Parlament catalán esto supone un salto cuantitativo en la lucha por la regulación de la cannabis en nuestro país. La ley establece criterios para la actividad de los clubes privados, muy comunes en esta Comunidad Autónoma, el cultivo y el transporte de marihuana hasta estos espacios.
Esta ley es la culminación de un trabajo parlamentario que comenzó en 2014 en la que se trataba de regular las actividades de los populares clubes cannabicos en la comunidad catalana. Debido a la discrepancia en el parlamento tuvo que ser una iniciativa legislativa popular desde la Rosa Verda gracias a la que se emprendió la batalla para regular las asociaciones cannabicas. Se recogieron 56.000 firmas mediante esta propuesta.
"No queríamos hacer algo a medias", dice la diputada Alba Vergés (JxS). "Lo que no podíamos era regular la dispensación y dejar que la marihuana entrase por la puerta de atrás". Vegés se refiere al modelo holandés de hace unos años en el que estaba permitido el consumo en lugares habilitados pero el cultivo solo podía darse en el mercado negro.
"Estamos muy satisfechos con el texto final", asegura el abogado Oriol Casals, coordinador de la ILP. "Pocas iniciativas en el Parlament tienen un apoyo tan transversal".
Este paso adelante permitirá que las asociaciones cannabicas cultiven hasta 150kg de marihuana seca por año. Para evitar el turismo cannábico no se podrá adquirir cannabis en el club antes de 15 días del ingreso. La ley especifica además que los mayores de 21 años podrán adquirir hasta 60 gramos mensuales mientras que los que tienen entre 18 y 21 años no podrán retirar más de 20 gramos. Esos límites de cantidad desaparecen si el consumo es con un fin terapéutico. La regulación también prohíbe el consumo de alcohol en estas asociaciones así como de productos alimentarios que contengan cannabis.
El PP, como viene siendo (incomprensiblemente) habitual, ha votado en contra. Alberto Villagrasa a augurado “un corto recorrido” a esta ley.
David Pere Martinez de Oró, representante de la comisión promotora de la ILP, ha declarado que la ley “un paso firme hacia una sociedad más justa e igualitaria” y “enmienda el error histórico de las políticas prohibicionistas en materia de drogas”.
Pese a que es una victoria para la cultura cannabica cabe recordar que el Tribunal Constitucional tiró la ley foral del 2015 de Navarra que regulaba el cosnumo y abastecimiento en los clubes de esa región. Fue el Gobierno el que presentó el recurso ya que “invadía competencias estatales sobre legislación penal, seguridad pública y sanidad”.
Finalmente, la ley deja la puerta abierta a la posibilidad de poder recaudar impuestos al cannabis. Sin embargo, si el fantasma de la suspensión desde el Tribunal Constitucional va a rondar esta ley unos años, no nos queremos imaginar qué puede suceder si el Ministro Montoro entra a torear en esta plaza. Mientras tanto cabe felicitarse con prudencia por el éxito de la ILP.
Creditos de las imágenes: Anna Achon.