Una operación de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha logrado intervenir en las provincias de Córdoba y Málaga 22 toneladas de hachís procedente de Marruecos que iban a ser transportadas hasta Francia. La droga fue interceptada en una furgoneta y varias naves industriales, oculta en centenares de bolas rojas que simulaban ser tomates colocados en bandejas y palés de fruta. Hay 10 personas detenidas, ocho de las cuales han ingresado en prisión preventiva.
Según la información de la policía, los detenidos formaban parte de una organización asentada en Córdoba dedicada al narcotráfico. La investigación de la policía condujo al seguimiento de la organización por un próximo gran envío de droga. Después de vigilar sus actividades, los agentes intervinieron una furgoneta utilizada por la organización para el transporte de lo que a primera vista parecían ser cajas de tomates. Pero tras inspeccionar la carga, los agentes comprobaron que las frutas eran falsas y que estaban rellenas de hachís.
Después de intervenir el hachís de la furgoneta, los agentes se dirigieron a las naves industriales que frecuentaban las personas identificadas como parte de la organización con la sospecha de que allí pudiera ocultarse una mayor cantidad de droga. Allí localizaron otros 19.700 kilos de hachís ocultos de la misma forma: 18 palés de grandes dimensiones que contenían bolas de hachís que simulaban ser tomates. Según la policía, se trata de la mayor cantidad de hachís incautada en una operación conjunta realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de la provincia de Córdoba.